t r o i s

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Si bien las horas pasaban, Jimin se sentía como un niño mimado en brazos de su abuelita.

Al ver que Jimin había estado estornudándole más de lo usual, Jisoo terminó arropándolo como un gusano y dejarlo en el sillón, alrededor de medio día, cuando despertaron.

Jimin se desfallecía en el sofá. Tal vez por que esos días no paraba de hacer ejercicio, o tal vez por la próxima gripe que se le avecinaba a su sistema. Al final cayó en cuenta que si quería salud, debería comer más, esforzarse menos y no ser una diva dramática como siempre era. Consejos de la enfermera Jisoo.

Ese era su momento de relajación tipo espá, con el calentador en frente y Jisoo trayendo mil y una cosa para que se sintiera mejor.

»Sin duda, la amo.«

Después de un rato, Jimin sintió culpabilidad al ver a Jisoo haciendo malabares para poder mejorarlo. Tal vez no era un buen novio. Tal vez no estaba dando lo suficiente.

—Jisoo.

—¿Mh? —sus blancas y delicadas manos estaban acomodando las almohadas detrás de la nuca de Jimin. A decir verdad, era como si Jisoo estuviese cuidando a un bebé.

—¿Soy un mal novio? — Jisoo levantó la cabeza para ver al chico frente a el. Vio sus cabellos rojos, sus ojos pequeños, su nariz de botón y sus labios rosas esponjosos.

—¿Por qué dices? —dijo poniéndose en cuclillas frente a el, dispuesta a escucharlo.

—Por que...— Jimin suspiro.—Por que veo todas las cosas que haces por mi y no siento que yo haya echo algo por ti.

—No seas idiota. —Jimin levanto la vista para ver a Jisoo sentarse al lado de él mientras sonreía. —Con tu simple existencia yo estoy bien. Siempre me alegras el día, y aunque aveces seas un flojo de mierda, yo siempre te querré. Pase lo que pase.

—¿Pase lo que pase?

—¿Pues qué planeas, Park?

Rieron los dos mientras Jisoo plantaba un dulce beso en la mejilla de Jimin.

Ya pasadas las tres los dos jóvenes se encontraban comiendo palomitas después de comer alitas de pollo. Estaban de nuevo en el sillón espacioso en la sala, viendo vídeos diversos en la laptop frente a ellos.

Todo bien, hasta que una llamada de skype llegó.

Casi nunca usaban skype. Y por "usában" me refiero a Jisoo y Jimin. Siempre se mandaban mensajes de texto, o uno que otro mensaje de voz. Aunque en su círculo de amistad si había personas que lo usaban, desmesuradamente. Especificando, Hoseok y Taehyung.

Los dos eran grandes amigos de los dos, Jimin los conoció en la cafetería luego de que una chica tropezara contra él y derramara su almuerzo en su muy PRECIADO suéter. Ama los suéteres, por cierto.

Taehyung preocupado de su caída de culo, le ayudó a levantarse y Hoseok a limpiarse, dándole un suéter, un suéter el que todavía conserva con recelo y mucho amor. Era un suéter con el logo de Got7 despampanante. Desde allí los encuentros fueron más frecuentes y los dos soles se hicieron espacio en el corazón de Jisoo y Jimin.

Jisoo y Jimin intercambiaron miradas. A decir verdad, si Taehyung y Hoseok se comunicaban a través de skype en lugar de un mensaje o por redes sociales, era muy de vez en cuando. Tal vez era algo sumamente importante. La pantalla se ilumino con los rostros de Taehyung y Hoseok en la habitación del primero.

Sus estruendosos voces se escucharon en los parlantes del computador y la pareja sentada se llevó un susto. Si bien se llevaban excelente, aveces sus personalidades eran un poco diferentes.

Limbo. [myg, pjm]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora