Justin se había ido aproximadamente hace 3 semana, y quizá las cosas entre nosotros va muy rápido -refiriéndome al hecho de lo que habíamos hablando en nuestra última cita.- pero ese hombre me volvió loca desde el primero momento, lo extraño. Es raro no verlo es los pasillos del cuartel.
Hacé poco llegaron unos saldados que estaban en Irak, esperaríamos a tener terapias y muchas, muchas revisiones.
El día estuvo totalmente ajetreado, era estar de un lado para el otro. Quería llegar a mi casa y descansar.
-¿Qué dices de salir mañana?- preguntó Barbara al llegar a la casa.
-No sé, no tengo muchos ánimos, las cosas están un poco fuerte en el trabajo.
-Pero quiero salir un rato, por favor-junto sus manos mientras me rogaba- necesito despejarme de todo, anda.
Y tenía razón, las cosas en la casa estaban súper tensas, después de la pequeña bomba que soltó mi querido hermano, no es que no le apoyaremos pero estamos todos en shock.
-Lo pensaré-sonreí
Subí a mi habitación, definitivamente necesito un buen baño, uno muy relajante, la semana han estado terrible. Saqué lo que me colocaría luego y lo deje en la cama.
Ya en el baño encendi la bañera y eche de esas cosas que mi mamá compra con olores que hacen espumas, sí, de esos jabones pequeños. Espere unos minutos a que la bañera se terminara de llenar. Una hora después salí de bañarme, mentiría si dijera que no me siento un poco mejor, ¡Jodido baño relajante!
Entré a la cocina, me acerque a uno de los gabinetes para sacar un nuevo chocolate que había comprado Philip en unos de sus viajes, según había escuchado por el mismo que era muy bueno, y por eso había decido traer un algunos de más, y con algunos de refería a que había comprado 30.
Abrí la nevera para sacar la leche y un poco de hielo, eche leche y el hielo en la licuadora, despate el pote donde se podía leer la palabra "toddy".
Agarre un libro de la pequeña librería que tenía en mi cuarto, tenía que terminar de relajarme por completo, ¿y qué mejor forma de hacerlo si no es leyendo?
Acomode todo en mi cama para tener una buena posición en la cual leer y estar cómoda. Cuando me iba a acostar, me acorde que no había puesto el letrero afuera de la puerta de mi habitación.
Mal hecho, pensé.
Quite el letrero de "No jodan estoy en otro mundo (leyendo no drogandome)" y lo guinde del otro lado de la puerta. Aunque muchos creen que no es eficiente lo es, me costo un poco que le tomaran respeto al letrero pero lo hicieron.
Ahora sí, a leer sin distracciones.
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-Sam, te estas pasando y no me agrada-comente.
Sam era un amigo que había conocido en el cuartel, había llegado hace poco de Irán y según él yo era muy buena compañia. Era un chico que había pasado por muchas cosas según lo que me había contado.
-Solo es broma tontica, no me gustas. No tendría una novia como tú. -se burló
-Por un lado eso me tranquiliza,y por otro no sé si sentirme ofendida.- frunci el ceño.
-¡Oh no!-rio - Eres muy, muy hermosa. Pero no me van las mujeres -esta vez río con más ganas.
Okey, eso no me lo esperaba. Tampoco es que tenga algún problema con que sea gay, más bien, me encanta.
-Bien, eso está mejor. Ya me había asustado. -rei con él.
-No hay problema con que me guste los hombre, ¿verdad?-hablo de una manera cautelosa.