One shot |Carl Grimes/Chandler Riggs|

1[Carl]

Promesa rota

Ambos estaban acostados boca arriba, y a su alrededor no había más que árboles y pasto. Miraban el cielo estrellado acompañado de una gran luna redonda y brillante. No sabían en donde estaban, tampoco les importaba, porque se tenían el uno al otro, y eso era suficiente. Disfrutaban del momento y sus rostros tenían la sonrisa que hacía notar su profundo enamoramiento.

—Prometeme que nunca dejarás de amarme—.Habló la chica en un susurro.

—Vaya, siquiera había pensado en la posibilidad de que eso pasara.

—¿Eso que significa, Carl?

—Que nunca dejaré de amarte.

El chico se quitó el sombrero y lo puso a un lado suyo.
>>¿Podría haber más perfecto momento que ese?<< Pensaba él.
Y la verdad, es que no, no había momento más bello y perfecto que ese.

La noche era fresca, y no podían creerse que estuvieran vivos, pero lo que sentían el uno por el otro los hacía estar seguros de eso.
El ojiazul entrelazó su mano con la de la chica. Y eso se sintió tan bien.

—Amo tomarte de la mano, Alissa, aunque siempre esté fría—Exclamó Carl con una risa muy delicada—. Te amo.

—Ahora prometeme que este mundo no nos separa nunca, que tú no lo permitirás. Por favor... —. Un nudo se formó en su garganta. Ella no soportaba la idea de tener que enfrentarse a eso a quién todos le temen, pero que, ahora con la resurrección de los muertos, era más que imposible de esquivar; La muerte.

—Te lo prometo.

°°°

Las promesas nunca se deben de romper, pero a veces pasa.
Yo te prometí nunca dejar de amarte, y no lo he hecho, te sigo amando cada día más, a pesar de lo que paso.
Te prometí que este mundo nunca nos separaria, pero eso no lo pude cumplir. Y ahora, estás enterrada, estás lejos de mi.
Extraño sentir el calor de tu cuerpo ¿Sabes?
Han pasado años, y me tocó envejecer sin ti, me tocó ver cada amanecer sin tu compañía. Y te sigo extrañando como el primer día en el que te fuiste. Te veías tan linda a pesar de querer despedazarme y comerme.

Sucedió en un simple descuido. Y desde ese día mi mundo se fue abajo, y desperté, por primera vez en mucho tiempo desperté, y note lo que era la realidad. Y es una mierda.
No soporto más éste vacío en mi, tampoco la culpa. Pero rompí una promesa. Y eso se paga con un castigo. Y mi castigo fue seguir aquí, con vida, extrañandote cada día más, extrañando tus caricias, abrazos y besos, tu presencia, tus ojos y tu sonrisa.

Estoy roto ahora, soy un simple sobreviviente al que no le queda nada, porque lo perdió todo. No tengo nada ni a nadie porque luchar. Lo único que me mantiene con vida es el dolor y una condena que espera ser cumplida.

Espero volver a encontrarte, y espero que, cuando eso pase, puedas perdonarme.