Overly Sociable Guy

Respirar

KookGi

El silencio es fuerte. Demasiado alto, el ruido que atormenta la habitación parece resonar en los tímpanos de YoonGi. Son los gritos estáticos que braman a su alrededor. Mantiene su cabeza apretada entre sus palmas mientras otro ruido se une al inquietante coro. Su propio latido del corazón.

Su pecho se está tensando, la sensación de sus pulmones estrujada por el oxígeno, lo que hace que su corazón brinque de miedo. ¿Estaba pasando de nuevo, o finalmente estaba muriendo? Lo aterrorizaba de cualquier manera. El pánico se arrastró por sus extremidades, envolviendo sus zarcillos paralizantes a su alrededor en un agarre vicioso. Se volvió tan difícil moverse, tan difícil sacar sus pensamientos de la jaula de pánico que se cerraba a su alrededor. Fue muy difícil de hacer. Es difícil de tratar solo.

Miró a su alrededor en busca de HoSeok, al que usualmente buscaba consuelo en estas situaciones, pero su estómago se desplomó cuando recordó que su amigo estaba fuera por el día. Él estaba solo.

Solo. Solo. Solo.

Su cabeza se llenó de pensamientos apresurados, colisionando con las paredes de su cráneo en un aluvión de palpitaciones dolorosas. Su cuerpo se estremeció mientras se obligaba a sentarse en la estrecha esquina de la habitación. El parecido más cercano a la estabilidad que tenía disponible para él, pero la frialdad de las paredes ofrecía poco consuelo. Las lágrimas se pincharon en las comisuras de sus ojos cuando él las cerró, aceptando que estaba listo para el terrible viaje.

— ¿Hyung? —

Dentro de la frenética niebla, pudo reconocer la voz que lo llamaba. Se escuchaba llena de preocupación genuina, profunda y cálida mientras atraviesa el zumbido en sus oídos.

Trató de llamar a JungKook pero descubrió que no podía encontrar su voz, acababa de darse cuenta de que estaba respirando pesadamente, al borde de la hiperventilación. Se limitó a mirarlo fijamente, haciendo todo lo posible por suplicarle a los ojos con la esperanza de que lo entendiera. Que JungKook entendería cuánto YoonGi lo necesitaba.

JungKook lo supo de inmediato, dando pasos rápidos hacia el cuerpo solitario y acorralado. Se sentó frente a YoonGi, envolviendo sus brazos alrededor del pequeño Hyung. El cuerpo de YoonGi rígido pero tembloroso, se acurrucó con miedo.

JungKook se inclinó para hablar suavemente al oído de YoonGi. 

— Hey, esta bien, te tengo, estoy aquí.—-Él apretó su agarre, abrazando firmemente al hombre tembloroso mientras acomodaba su rostro en el hombro de YoonGi.

Cálido, tan cálido, ¿JungKook siempre ha sido así de cálido? YoonGi podía sentir lentamente que los temblores de su cuerpo comenzaban a cesar, pero sentía que aún no podía respirar. Se agarró a la sudadera con capucha de JungKook, la sensación familiar lo enterró aún más.

Inclinándose hacia atrás, JungKook miró profundamente los ojos de YoonGi con suavidad en un esfuerzo por alentar a su Hyung a relajarse.

— Está bien, YoonGi. Céntrate en tu respiración. — Él mismo respiró hondo, sosteniéndolo por un momento antes de exhalar lentamente.  — Relájate. —

Tomó una respiración lenta hacia adentro una vez más, exhalando una vez más después de una pausa mientras frotaba la espalda de YoonGi en suaves círculos.

Cerrando sus ojos, YoonGi se enfocó primero en la respiración de JungKook, poniendo toda su energía en copiar su patrón de respiración. Finalmente, el movimiento se hizo más fácil, cayendo al ritmo tranquilo que su dongsaeng había establecido.

Lentamente, los tormentosos y espantosos dolores en su pecho comenzaron a desvanecerse, llenándose con la calidez que podía sentir inundando las manos de JungKook, que lentamente había estado deambulando por su espalda. Una pequeña sonrisa tiró de su boca cuando esas manos comenzaron a acariciarlo en otras áreas agradables. Sus hombros, incluso yendo tan lejos como para darles un ligero apretón en un movimiento suavemente de masaje, antes de correr por sus brazos y volver al cuello. YoonGi tuvo que detener su respiración para reírse un poco.

— Oye, eso me hace cosquillas —, murmuró, pero no detuvo el movimiento, en lugar de encontrar la leve sensación de cosquilleo de los dedos ágiles que bailaban a lo largo de su cuello, arrullándolo aún más a la calma. JungKook tiene dedos tranquilizantes serios. Tanto que no se dio cuenta de que estaba dormitando.

El pecho de JungKook se hinchó al verlo, viendo a su adorables Hyung con los ojos relajados mientras se suturaba sutilmente en su toque. Reflejando la suave risa de YoonGi con la suya, permitió que la abrumadora necesidad de besarle la cara delante de él lo tomara. Presionando suaves y castos besos en la frente de su mayor. Permitió que sus labios se demoraran muy levemente mientras movía sus labios hacia otra zona muy besable de la cara suave. Sus mejillas, párpados, a lo largo de la mandíbula redonda que ahora sostenía tiernamente en sus manos. Picoteó el extremo de la nariz de su gatito, notando cómo la suave canción de gemidos satisfactorios ahora ocupaba el pequeño espacio entre ellos.

— ¿Te sientes mejor ahora? — Preguntó JungKook suavemente, apoyando su frente en la de YoonGi mientras el mayor asentía con la cabeza. YoonGi lo miró a través de sus pestañas, satisfacción y adoración llenando sus suaves ojos.

Eso es, Él lo está pidiendo.

JungKook finalmente capturó esos suaves labios, notando con diversión que podía sentir su olor vibrando a través de sus fosas nasales. Solo había servido para aumentar el deseo de besar a este chico adorable aún más. Cada beso que colocó en la boca de su Hyung provocando el leve sonrojo que profundizar aún más. 
YoonGi se sintió completo en el agarre de su hermano, permitiendo que las manos fuertes que sostenían amorosamente su cabeza a lo largo de su mandíbula lo sostuvieran. Dando cada beso colocado en sus labios, presiona ligeramente hacia atrás con los suyos. Cada uno se siente tan bien y tan dulce. Su sentimiento negativo anterior fue completamente reemplazado por el amor tranquilizante en manos del dongsaeng.

Entre el espacio tranquilo en su mente, se disculpó silenciosamente con HoSeok porque definitivamente prefería el método del Maknae para calmar un ataque de pánico.