Cuando la luna bañe tu piel y mis dedos seduscan todos tus sentidos...
Cuando tus roncos y descontrolados gemidos innunden mis oídos...
Cuando tus fuertes y dulces brazos me atrapen entre descontrolados compases...
Cuando se amolden lentamente a mi cuerpo, tus grandes y posesivas manos...
Cuando tus ojos adquieran un único e intenso brillo al fundirse con los míos...
Cuando el fuego de tu cuerpo encandile mi alma dibujando mil fantasías...
Cuando nuestros corazones, como caballos desbocados, latan en los mismos compases...