LA PROMESA (Joel Pimentel y tú) (Fanfic)

10. Nace un sentimiento

Capítulo 10.

—¡Andre! —Grito por quinta vez y no obtengo respuesta.

¿Donde se habrá metido?

Me pregunto para mi misma, lo he buscado por toda la casa y no hay ni un pelo de Andre.

—¡Andre! —Vuelvo a gritar.

Hecho un vistazo en el jardín, levanto las macetas, miro detrás del pilar, en la casa de madera, debajo los sillones, en todas partes pero no lo encuentro.

Estoy desesperada, lo he buscado por toda la casa, afuera y adentro sin embargo no está. Situación que no había pasado nunca y que me está asustando porque no quiero ni imaginarme que puede estar por allí en la calle, solo y perdido.

Necesito encontrarlo, ahora.

Entro a la casa de nuevo, subo las escaleras de dos en dos hasta llegar a mi habitación, busco un abrigo para la noche y me lo pongo, está lloviznando y no quiero pegar un resfriado. Sin anunciar a los demás —Solo a Paquita— salgo de casa, no tengo la menor idea de dónde puede estar pero seguiré mi instinto.

Abro el portón de la casa cuando escucho su voz detrás de mi, evito rodar los ojos antes de voltear y pensar que el puede saber algo sobre Andre o tal vez lo saco a pasear.

—¿A quién buscas? —Pregunta primero. Frunzo el ceño y veo que detrás de el no está.

—A Andre —Respondo, dando media vuelta para irme. Entonces lo veo caminar a la par mía, acción que no dudó en preguntar.

—¿Que estás haciendo? —Inquiero.

—Te voy acompañar —Me detengo y elevo mis vista para verlo, Joel se apresura en continuar— Es muy tarde y si no regresas no podré estar con la conciencia tranquila de que te vi salir y... no quiero tener problemas con tus padres, se que no están en la casa así que vamos buscarlo juntos.

Juntos..

Su última palabra no pasa desapercibida para mi, estoy repitiéndola como una loca en mi mente una y otra vez. Pero alejo todo pensamiento que me haga sentir una ilusión hacia el en este momento. Respirando hondo me adelanto dando pasos rápidos, me sigue así que le pido vaya revisando por la acera derecha mientras que yo lo hago por la izquierda.

—¿Segura que vamos por el camino correcto? —Levanto la vista y veo cómo está de pie apoyado en el muro observándome en vez de seguir buscando por su lado.

—Si quieres irte, puedes hacerlo.

—¿Qué?

No voy a obligarte a que me ayudes, si estás cansado puedes irte. Lo pienso pero no soy capaz de soltarle de frente.

—Nada. —le respondo.

Sería una malagradecida después de que me acompañado hasta el parque no obstante no encontramos todavía a Andre y quizá sea la preocupación, la angustia que siento el pensar de manera brusca contra el cuando a hecho nada más que ayudarme.

—¿No pensaras entrar allí o si? —Sigo caminando, observando mis alrededores. Cuando lo escucho levanto la cabeza para ver al frente, hay un túnel que están construyendo, la última lampara queda a unos cien metros antes de llegar a su entrada.