1 semana después.
— ¿Cómo la pasaste?— reí.
— Me encantó la salida, gracias Richard— me dio un beso en la mejilla.
— ¿Y por qué en la mejilla si ya no hay vergüenza entre nosotros?— crucé los brazos.
— Tranquilo— me pegó en el brazo.
Se metió en la cocina porque tenía planes de hacer un pastel para celebrar junto a Noah.
— ¿Te acompaño a buscar al niño?
— No— le respondí—. Puede ser que me demore mucho saludando a mis amigos y eso. Mejor adelanta el pastel, amor— le besé en la boca y ella se sonrojó.
— Cuídate.
— Vale.
Tomé un taxi hasta el hotel. Cuando llegué nadie me contestó ni abrió la puerta, lástima que se me había perdido mi tarjeta y la llave de precaución.
— Hola— Noah abrió la puerta—. ¡Espera papá!
Movilizó una silla detrás de la puerta que utilizó para abrir.
— ¿Dónde están los chicos Noah?— lo cargué.
— Hoy los he dejado dormir— sonrió.
— ¿Qué hiciste con los chicos Noah? No puedo creer que te portaste tan mal todo este tiempo— le regañé.
— No he hecho nada. Si hasta están contentos conmigo. Hasta creo que no quieren que me vaya. Lo puedo ver en sus caras.
— Bueno Noah, vámonos— agarré su mochila—. ¡Gracias chicos!
— ¡Por fin podremos dormir!— gritó Christopher.
— Ah, una cosa— me detuve—, ¿por qué no podía comunicarme con ustedes?
— Tu hijo acabó con todo— todos señalaron al pobre Noah.
— Entendido— me dio pena el mal rato que los pobres tuvieron que pasar por Noah.
Me llevé a Noah a casa. Me sentía mal porque sabía que los chicos no habían tenido una buena semana con Noah y yo pasándola bien con mi esposa.
Llegamos a casa, Valeria nos esperaba con un pastel de chocolate.
— ¡Mamá!— Noah se abalanzó sobre Valeria.
— ¡Mi amor!— le besa—. Te he echado mucho de menos. ¿Cómo te portaste?
Noah me mira asustado.
— Se portó mal— dije—, muy mal.
— ¡Noah!— Valeria se notó molesta.
— Ve a tu habitación Noah— le ordené.
El pequeño se fue cabizbajo.
— Tranquila Valeria, sabes que Noah es muy inquieto, pero los chicos están bien, nadie salió herido... Que yo sepa.
— Lo sé Richard, pero es que el pequeño jamás ha estado lejos de mí, y cuando por fin lo está hace desorden. Noah no es fácil.
— Pensemos en otra cosa mejor— la abrazo—. Su fiesta de cumpleaños es en 5 días, ¿seguiremos con los preparativos para su fiesta?
— Me parece bien— me besa.
Ayudé a Valeria a recoger la mesa después de cenar. Me recosté un rato para descansar.
• • •
Ya había amanecido. Valeria no estaba en la cama. Tomé mi neceser y me di un baño. Tenía un mal presentimiento, sentía un vacío, como si me faltara algo pero lo ignoré por completo.
Bajé a ver cómo estaban Valeria y Noah.
— Buen día— saludé.
— ¿Qué tal?
— Bien, ¿y Noah?
— Tiene que estar durmiendo.
— Iré a despertarlo.
Fui a la habitación y no estaba.
— ¡Noah! ¡Noah!
Salí y fui al baño y no estaba.
— No está Noah, Valeria.
— ¡Cómo que no está! ¡¿A dónde se ha metido ese travieso?!— Valeria entra a la habitación y la revisa.
— Valeria...— me acerco a la ventana.
Estaba media abierta y forzada.
— ¡Joder!— exclamé.
— ¿Qué ha pasado Richard?— pregunta asustada.
— Se han llevado a Noah...
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Una Fan Más |Richard Camacho|
FanfictionValeria Miller, una chica de 20 años, llega de sorpresa a la vida de Richard Camacho diciendo que tiene un hijo de él. ¿Cómo se tomaría Richard la noticia de saber que tiene un hijo con una mujer que nunca en su vida conoció.