⭐OuR FuTuRe (JayRae)⭐

|U n o|

Tomó asiento, y una extraña pero incómoda sensación la inundó de repente. No era la misma sensación de hace algunos segundos, ahora se intensificó de manera que ella no sabía ni de qué se trataba.
Era como si un depredador la observara aparentemente desde lejos, escondido entre los desordenados arbustos del bosque, y ella no pudiera ver lo cerca que se encontraba de su acechante. ¿Acaso él la miraba de ese modo? Prefería no voltearse a comprobarlo; sólo se resignaría a soportar esa inquietud, hasta que suene la dulce campana del receso, o hasta perder la conciencia por tanta presión. Lo que pase primero.

Tal vez si la maestra dejaba un trabajo en equipo, Rachel podría moverse de lugar y alejarse del niño nuevo por un momento, quizás de lejos no la aterraría tanto. Pero luego se contradijo a sí misma pensando en la posibilidad de que le toque trabajar junto al mocoso éste.

¡Por Azarath! Siempre odió que la miraran por tanto tiempo, sin duda el contacto visual no era su zona de confort. ¡Pero, vamos! A éstas alturas era preferible jugar una ronda de miradas con cualquier persona antes que seguir fingiendo que no se dá cuenta de la penetrante mirada de navaja que recibe por parte del pequeño Todd.

Que importa.

Las cosas pasan, y no se puede hacer nada al respecto.

"Muy bien, ya fué suficiente tiempo de tolerancia. Así que es hora de dar comienzo a la clase."-pronunció la profesora mientras se ponía de pie alejándose de su escritorio, para luego tomar un marcador en sus manos y pararse justo frente al pizarrón viejo.

Cierto, la maestra Roxette (a diferencia de otros maestros) daba cinco minutos de tolerancia para que los alumnos que no alcanzaron a llegar en el horario exacto tengan unos cuantos minutos extra para alcanzar a entrar al salón sin perder ni un segundo de clase. Cinco minutos no son absolutamente nada, pero a veces hasta el último segundo cuenta.

Comenzó a escribir algo en el pizarrón, que aún nadie alcanzaba a leer, puesto que la maestra aún no se hacía a un lado.
Cuándo terminó de escribirlo, la señorita Roxette se dió la vuelta y les indicó que escribieran lo que acababa de poner.

"Autobiografía" Decía en el pizarrón.

Rachel maldijo internamente. ¡Cómo odiaba esa palabra! Sabía lo que esa insensible práctica implicaba.

No ahora. Por favor, no ahora.

Después de que todos transcribieron esas repulsivas letras en sus bonitos cuadernos, alzaron la mirada hacia la maestra; la cual, por supuesto, estaba lista para comenzar a explicar.

Inició con esa estúpida pregunta.

"¿Alguien sabe lo que es una autobiografía?"-soltó Roxette de repente.

Cómo siempre, aunque todos (incluyendo a Rachel) sabían lo que era una autobiografía, sólo una niña levantó la mano para responder.

"Adelante, Nevi"-autorizó la maestra.

"Una autobiografía es un texto que narra o describe todo lo posible acerca de una persona, como sus datos personales, gustos, vivencias, y otro tipo de cuestiones sobre su vida. Ésta, como su nombre lo indica, es un biografía escrita por la persona misma."-Nevi Ackerman, la encantadora pero odiosa mascota de la maestra. Es de ese tipo de niñas aplicadas pero muy empalagosas, uy, sin contar lo creída que era.

"Gracias, Nevi. Tu definición estuvo muy bien.-claro, como Ackerman ya nos dió su cátedra (pensó Rachel) ahora la maestra podrá ir directo al grano.

"Muy bien, como acaba de mencionar su compañera, en ésta ocasión vamos a escribir un texto, que narre lo que ha sido de nuestras vidas. Éste tema se supone que debían verlo hasta el sexto grado, pero dado a que se ha modificado el plan de estudios, ustedes tienen que aprender a redactar un autobiografía de manera correcta y rápida. En la secundaria ya van a necesitar dominarlo."- Maldito plan de estudios, era estúpido. ¿Para qué carajos quieren que les cuente mi vida? se preguntaba la pelimorada con tanta desmotivación.