Corazón de oro

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Esa chica insegura y deprimida, que dejaba verse al mundo como una persona fuerte, su gran coraza, cuando realmente en su interior se sentía una mosquita muerta, incapacitada por el miedo y la sociedad. Baja autoestima, pensamientos decadentes, luchas internas cuyo único blanco en la diana era ella misma. La coraza era necesaria, los animales se protegen con ella, les hace parecer más duros, más fuertes, impenetrables. Cuando en su interior la debilidad les posee, una ternura característica, un corazón puro, de oro pero con capa fina. Las inseguridades rondan su cabeza, siempre los demás están por encima y ella no es, nadie. Con esas facultades ya propias se adentra en la sociedad, siempre con el escudo por delante hasta que consiguen que asomes la cabeza y saques tu yo interior, o al menos una parte de ello.

Conoces a una persona realmente especial y eso te atemora. Siempre caparazón por delante, pero ella se cuela por los huecos donde no hay escudos, donde no existen las barreras. Y lo ve, te ve, ese corazón tierno y delicado como premio ante una tormenta torrencial de pensamientos y rayos. Ella decide que merece la pena la chica por su corazón de oro y no le importa enfrentarse a los retos porque sabe que siempre habrá premio, que siempre habrá recompensa, que pase lo que pase esa chica es un sol, aunque haya niebla. La chica ya la ha cogido un amor especial, la ama, pero esa intrusión para su cuerpo es como un virus que este intenta expulsar aunque sea en contra de lo que quiere. Esa bondad se convierte en control, la chica no quiere que se vaya porque es su cuerpo la que la está expulsando. Al final al poner tanta atención en no dejarla marchar, en retenerla, se le olvidó que ella desde un principio había aceptado el reto, que lucharía para llegar a ese corazón. Poco a poco toda cayó, esa retención impropia es lo que la acabó expulsando, ya que a ella no la importaba luchar por ese premio, pero al implantar ese control el premio desapareció, la chica tan ofuscada transformó su corazón en carbón, se convirtió en alguien que no era... Así que ella, se marchó.

Todo es un reto, la vida misma. La chica aun habiéndola perdido sigue teniendo miedo, de que ella conozca a otra persona y se olvidé de esa chica. Su corazón volvió a ser oro y cada vez hay menos nubes, la chica tiene confianza en ella, es alegre y divertida, sigue teniendo una coraza pero ya no la da el mismo uso, siempre es ella misma, aunque aún está mejorando. Su corazón desde entonces sigue esperando, a otra ella o a la misma que la llene como este recuerda y aunque sienta miedo no dejará que este le controle. La echa de menos, piensa en ella, se arrepiente, tiene miedo de que ella vuelva a entrar y de nuevo hacerla daño. Desde entonces, la chica ya sabe que ha de guiarse por su corazón de oro y que cuanto más se quiera más reluciente será este y conllevará un trabajo increíble transformarlo en serrín.

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