Era un viernes por la tarde, una hora después de que la campana del colegio anunciara el comienzo del verano, estaba muy feliz, ya saben lo típico, playa, amigos y juegos. Mi padre, Richard Thompson, acababa de comprar una casa de playa en una pequeña ciudad de Georgia, estaba con mis hermanos Laura (ella tenía 6 años) y Mason (él era el bebé de la casa, pues claro, acababa de nacer), y claro, con mi madre, el ser más hermoso, tierno, amable y cariñoso, Ariana Ortega, “la dulzura latina” (como le decía mi padre).
En fin, habían pasado dos semanas desde nuestra llegada a la casa de playa, fue muy divertido todo ese tiempo, pero no sabíamos lo que pasaría después. Era tarde, el sol estaba listo para esconderse y mis hermanos y yo seguíamos en la playa, ellos decidieron irse, ya que estaba oscureciendo, yo seguía allí, el agua me encantaba, mi madre me decía que era porque yo quería ser una nadadora, pero claro, no sabía nadar, aun así, el agua me encantaba, me hacía sentir libre, sobre todo cuando colocaba mi gran inflable en el mar y me acostaba con mi padre a admirar las hermosas cosas que escondía la noche, recuerdo cuando mi padre me hablaba de cosas que no sabía, como las constelaciones y esas cosas, siempre me hablaba de la constelación de orión, decía que le recordaba a su infancia, yo no entendía en realidad, tenía una forma extraña, parecía una especie de lazo, él decía que era el lazo que unía el pasado con su futuro, yo no entendía en realidad, pero igual hacía como si lo estuviera entendiendo.
Yo estaba en ese lugar, relajada y esperando a mi padre, que nunca llegó, pero igual me quedé allí, esperando para ver esa constelación y ver qué era lo especial que mi padre encontraba en ella, espere por 2 horas, tenía sueño y era casi medianoche, me pareció extraño que mi padre no me hubiera ido a buscar o algo, así que decidí irme, estaba muy asustada, ya que no sabía nadar, igual decidí bajarme del flotador para irme a la orilla y llegar a la casa, pero cuando me estaba bajando, un agudo sonido me ensordeció por completo, era el flotador, se estaba desinflando, yo estaba muy asustada, me había caído del flotador y me estaba ahogando en el mar, estaba gritando como loca, esperando alguna ayuda, pero nadie apareció, sentí que algo me estaba halando hacia abajo y pensé que estaba destinada a morir ahogada, pero luego escuché ese sonido, espantoso, me puso los pelos de punta, fue un disparo, y salió de la casa de playa precisamente, esto me motivó a salir del agua, nadar y correr hacia la casa, estaba asustada, con miedo y temblando, pero igual decidí entrar, abrí la puerta, subí por las escaleras lo más rápido posible, entre al cuarto de mis padres y no había nada, pero cuando entre al cuarto de mi hermano Mason, lo que vi fue horrible, estaba mi hermana Laura tirada en el suelo, con sangre derramada sobre todo su cuerpo, tenía una especie de marca en su cuello, la cual decía “con amor Russell C.” y Mason no estaba en su cuna, luego de un rato me di cuenta de que la ventana estaba abierta, me pareció extraño ya que mi papá siempre cierra todas las ventanas y puertas cerradas, decía que era por seguridad.
Yo estaba histérica, estaba al borde de la locura, tratando de localizar a mi padre de alguna manera, no pude, pero encontré dinero en su cuarto, suficiente como para ir en un taxi a casa de Isabelle, una amiga de mi padre, la había conocido en la universidad, vivía cerca de la casa de playa, cuando llegué, le expliqué todo lo que pasó, le pedí que llamara a mi padre, él no contestaba, y para más, Isabelle no me creyó, ella quería ir, pero yo le dije que no, decidí prender la televisión para distraerme, y en las noticias apareció algo terrible, estaban mis padres siendo arrestados por oficiales de policía, me quedé paralizada, no podía moverme o hablar, estaba realmente sorprendida, sobre todo con el título de la noticia “Padres asesinan a su hija de 6 años en una casa de playa en Georgia”, pero algo más captó mi atención, algo que me pareció muy extraño en realidad, el oficial de policía que estaba sosteniendo a mi padre, según su placa, tenía por nombre “Russell V.” aunque no tenían el mismo apellido, me pareció extraño, ya que usaba guantes y estaba sonriendo de una manera macabra, no lo podía entender, mis padres eran muy buenas personas, y además, no estaban en la casa, ¿cómo pudieron haber matado a mi hermana? Algo que pude notar también, fue que la casa se estaba incendiando, supongo que la persona que había matado a mi hermana y secuestrado a mi hermano, ¿quería matarme a mí también? desde ese momento, la palabra “venganza” tomó significado en mí, desde ese momento ya no era la misma niña que había sido antes, tenía un propósito, y era averiguar lo que había pasado, porque yo sabía que mis padres eran inocentes.
