L A B I O S (4)

1 0 0
                                    

Claro que me hacía ilusión el poder besarlos, siempre preguntándome que tan bien se sentiría el poder rozarlos con los míos o tocarlos con mi pulgar.

Ese día no fue la excepción. Tú te encontrabas en la primera silla de la primera fila cerca de la mesa del maestro y mientras me revisaban era inevitable el no mirarlos.
Eran bellos,  si que si, con la forma de corazón bien marcada y de color difuminados; morenos de las orillas y claritos de adentro y si, muy regorditos.

Mientras escribías los levantabas de frustración haciéndolos ver mas grandes y entre abrirlos de vez en cuando. Yo los miraba como de costumbre y podría decir que realmente me perdía.

-Puedes ir a tu lugar.~ la voz del maestro me volvió a la realidad y es cuando realmente me di cuenta que hasta tu me mirabas.

Yo sabía que hasta el maestro tenía la duda del porque te miraba, porque si era obvio del que te estaba mirando, mirando esos bellos labios.
.
.
.
.
.
¿Y si te hubiera robado un beso? ¿Lo hubieras seguido?

 

Y si....Donde viven las historias. Descúbrelo ahora