"El Monstruo"

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Supongo que debo empezar por presentarme, mi nombre no es tan importante, ni el como me veo ahora, si no como me veía, era un muchachito muy apuesto (en palabras de familiares cercanos), tenía las mejillas hinchadas como todo buen infante de 9 años, mi cabello era de color marrón obscuro, mi estatura rondaba el metro y 30 cm y mi peso era de 37 kg aproximadamente, mi rostro cuenta con una cicatriz en la mejilla derecha. En cuanto a personalidad era bastante introvertido, el haber crecido rodeado de una gran cantidad de mujeres hizo que mi actitud fuera sumisa y más comprensiva que la de los demás niños, siempre evitaba problemas, más que nada por unas palabras que mi madre repetía "Hijo no pelees, los golpes no resuelven nada, solo los animales pelean y tú no eres uno" esas palabras marcaría mi vida en más de una forma pero todo tiene un principio y el principio de mi situación actual es este.

Todo comenzó un día relativamente normal en la escuela, el día que el llegó. El era más grande que yo en cuanto a altura y peso, al principio me pareció agradable, alguien que por alguna razón siempre tenía una sonrisa en su rostro, parecía alguien de quién yo podría ser amigo......me equivoqué.

Los primeros días intenté acercarme amigablemente, mi personalidad sumisa más mi imagen de alguien débil no era una buena combinación, rápidamente tomo interés en mi, noto ciertos gustos y ciertos detalles sobre mi, un gusto temprano por la lectura y una situación familiar peculiar, un tanto diferente,  eran el objetivo de sus constantes "bromas".

Muchos creen que los niños dicen las cosas sin pensar, que sus palabras no están medidas en ningún modo, están equivocados, los pequeños tienen una infinita imaginación para insultar, por lo mismo son más susceptibles a verse afectados por los mismos, en mi caso al ser un poco más "sensible" que la mayoría de mis compañeros estos me afectaron más, día tras día era un nuevo insulto, un nuevo apodo, una nueva burla por algo que yo no comprendía, no le había hecho nada, en mi opinión no merecía tal trato.

Así paso un año, los primeros días intenté solucionarlo solo, en cuanto me di cuenta que no funcionaría intenté hacer que un adulto responsable actuará, no sirvió, los maestros de una escuela particular son incompetentes al igual que unos de escuela pública, se tomaban todo el asunto como una broma, una broma que ya se había extendido 12 meses, una broma que afectó de manera negativa mi forma de ser, por sus constantes burlas hacia mi gusto por la lectura comencé a dejarlo, no leía nada más que lo necesario y aún así leía mal, mi forma de ver a mi familia cambio, ¿muchas mujeres juntas intentando mantener un hogar era realmente malo? No lograba una respuesta fija, y el país en donde vivo no puede ser el menos indicado, pero eso no importaba, cada vez que le decía a algún maestro o directivo sobre mi problema soltaban una pequeña y cínica risa acompañada por frases como: "el no haría algo como eso" " de seguro estás exagerando, el no lo está haciendo en serio" o mi favorita " seguro que me estás diciendo la verdad?" Ame esa última, como si mi testimonio no bastase conseguí que algunos compañeros abogarán por mi, el mismo resultado solo que en mayor escala, por consiguiente algunos de mis "amigos" dejaron de hablar conmigo por temor a algún castigo, estaba solo en la escuela, pero no en casa.

En casa era casi el mismo, no había cambios, hasta que mis calificaciones llegaron, estás bajaron por estar en constante alerta sobre lo que me pudiera hacer el pero eso era algo que no podía discutir con ellos, no lo entenderían, nadie lo hace, en un momento de desesperación hablé con mi madre sobre eso, su respuesta la misma de siempre: "no pelees". Juro que podía oírla en mis sueños, y como si fuera un robot acaté la petición como si fuera una orden, simplemente tenía que evitar pelear, algo fácil

Pero todo tiene un límite, el mío fue una tarde de primavera, me encontraba en la última clase del día, a solo unos minutos de salir que la escuela, me dirigía hacia el patio delantero donde los padres nos recogen, ese día escuché algo que jamás crei escuchar, el estaba insultando a mi madre, a la mejor mujer del mundo, a la mujer que en ese momento era mi mundo,no lo permitirá, apoye mi antebrazo izquierdo en su garganta, sigo sin saber cómo alguien tan pequeño sometió a alguien tan grande como el, seguido levanté mi brazo derecho para darle el golpe de su vida, lo mantuve levantado durante 2 segundos, 2 segundos en los que podía escuchar una y otra vez la voz de mi madre: "no pelees". Entonces se escuchó un golpe seco, el dudar le había conseguido suficiente tiempo, alejó mi antebrazo de su garganta con su brazo izquierdo y con el derecho golpeó mi rostro, el impacto fue pesado y sin ningún tipo de arrepentimiento, digno de algún atleta de un deporte de contacto, pero no para allí, aparentemente mi "rebelión" fue un insulto para la relación abusador-víctima que teníamos.

El monstruo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora