Corrompiendo al inocente [Kenxy]

Prólogo

Había visto fotografías de Kentin antes de irse a la escuela militar, incluso escuchado sobre él y la diferencia sobre el actual. Sabía lo equivocados que estaban todos pues bajo la fachada que hizo en la militar Kentin seguía siemdo el mismo. Era inocente e ingenuo y aquello hizo que le gustara aún más.

Fue una enorme sorpresa cuando al querer disculparse por su actitud y mal carácter, cuando expresó su arrepentimiento de manera sincera y sin filtros, se declaró al peliazul. Kentin entro en pánico cuando este se quedó callado, dio la vuelta para irse pero un peso le callo encima tirandolo al suelo, Alexy se negaba a dejarlo ir después de saber que tenía una oportunidad.

[...]

Estaban en álgebra, al profesor poco le importaba dar clases solo ponía algunos ejercicios básicos. El peliazul no se molestó ni en anotarlos estaba contemplando la belleza del semblante tan serio y lleno de concentración que su novio portaba, si a alguien le faltaba un bombón de la caja él lo tenía en frente. Una idea cruzó su mente de manera fugaz: su amdo no entendía el doble sentido de muchas de las cosas que él le decía ¿Será que puede captar las señas?

- Hey, Cokie mosnter- llamó de manera que sólo el castaño, quien estaba a su lado, escuchará.

El castaño lo miro luego de terminar de anotar algo en su cuaderno, con su índice derecho le apuntó luego con el mismo dedo se apuntó a si mismo para después cerrar la mano en un puño y ponerlo a centímetros de su boca moviendo rítmicamente la mano y la lengua la cual hacia un bulto en su mejilla cuando la mano se acercaba a sus labios y desaparecía cuando se alejaba, la unica respuesta que recibió fue una mirada confundida de aquellos hermosos ojos verdes y un golpe en la cabeza el cual resonó en el silencio del salón propinado por su hermano gemelo mientras un "Calma tus hormonas que estamos en clase" se formó en los labios del azabache, el castaño solo se limitó a encogerse en su lugar con la cara roja de la vergüenza ¿Acaso las señas de Alexy significaban algo? Por su puesto, pero el ingenuo ni siquiera lo captó. Sucrette se esforzó por no reírse pues incluso ella, en su despiste, entendió aquella seña.

¿Cómo es posible que conserve algo de inocencia a esta altura de su vida? Eso no importaba pues, de a poco, Alexy quitaría esa inocencia. Quería ver una nueva faceta de su adorado novio, saber de que sería capaz sin aquellas restricciones autoimpuestas.