Versículos Maravillosos.

Génesis 2:25

«¡Qué transparencia!»

El versículo de Génesis 2:25, en los primeros capítulos de la Biblia, nos sorprende. Es tan único e inusual, y todavía tiene poder e intensidad. «Ellos estaban desnudos y no se avergonzaban». ¿Qué nos dice Dios sobre el matrimonio con estas palabras? Hay cuerpos desnudos y no se avergüenzan, no se atemorizan, sin máscaras, sin muros. Qué intimidad, proximidad, libertad, confianza. ¡Qué transparencia!

Confían uno en otro, y por eso se sienten seguros, aceptados y confiados en sus relaciones. Sin amenazas, sin miedos, sin vergüenzas. Confían uno en el otro con sus cuerpos, porque ellos confían el uno en el otro con sus corazones transparentes y entregados de verdad. Abiertos, honestos, transparentes y seguros con ellos mismos y entre ellos. Suena muy bien, ¿verdad? ¿Puede imaginar esta clase de matrimonio, sentirse tan entendidos, tan aceptados, tan seguros?

¿Cómo sucede esto? Todo comienza con la confianza. La confianza viene cuando usted es siempre verdadero y honesto, cuando usted es digno de confianza, cuando usted hace lo que dice, cuando es leal y fiel sin importar las circunstancias, las complejidades, ni los anhelos personales. La confianza lleva a esperar lo mejor del otro, sin mirar sus errores ni equivocaciones. 

Cuando usted dice la verdad y hace lo que dice hora tras hora, día tras día, semana tras semana, año tras año, construye confianza. Mientras construye confianza, usted se siente seguro, porque trabaja activamente para que sea una realidad en su vida y en su matrimonio. Abre su corazón. Deja que el otro sepa lo que realmente lleva dentro. Conecta a nivel del corazón, y se hace vulnerable, no esconde nada dentro de sí, esperando protegerse para no ser herido, es totalmente transparente. 

Escucha profundamente, con todo su corazón, porque usted entiende a su esposa y la esposa a su esposo. Que seamos diferentes, no quiere decir que no nos podemos entender, porque nos complementamos en roles y responsabilidades. Y sobre el tiempo, se siente increíblemente cercano, vivir juntos, disfrutar juntos, progresar juntos, fracasar juntos, realizarse juntos, alcanzar metas juntos, criar juntos a los hijos, modelar juntos una clase de vida que ellos deseen vivir. Comienza a experimentar la magia y el misterio del matrimonio de una sola carne. 

Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban.