El "Dios" que todos creen conocer, ese al que tanto adoran, el que tanto perdona. Ese mismo ser indiferente al sufrimiento del mundo me ha "bendecido", sí, a mí. Yo que entre todas las María Magdalenas he sido la más perra, yo, yo he elegida. Me concedió algo que no pedí, pero también algo que no merecía. Sin embargo, esto me ha regresado la alegría, soy muy feliz. ¡Oh, mi hermoso huevo! ¡Cuánto estás creciendo!
Mi dulce criatura, no sé como llegaste aquí dentro. ¿Quién será tu padre?, ¿el que llega en las tardes o el que me obliga a golpearme en mis partes? Eso ya no me importa. Desde que saben de tu existencia han dejado de maltratarme, me han hecho una reina; me mantienen cedada y vigilada, desean saber quién es el causante de esta "desgracia", así te llaman. Pero no los escuches; yo solo sé que un huevo únicamente necesita de su madre. ¡Yo soy tu madre!
Te preguntarás como supe de tu existencia, pues bueno, los medicamentos que me obligaban a tragar para mantenerme controlada empezaron a causarme una severa gastritis la cual ellos llamaron "embarazo congénito". ¿Y sabes pequeño?, me parece que quieren sacarte antes de que estés listo, pero no te preocupes, no lo permitiré. Yo conozco a cada uno de los trabajadores de este lugar, la gente del hospital, quién entra y quien va. ¡Será fácil escapar!, antes de partir pude escucharles decir que no eres el primero, no recuerdo haber sentido jamás vida aparte de la tuya, que mentirosos.
Querido huevo, me alegra tanto recordar cuando los doctores se enteraron de mi nuevo embarazo, se preocuparon al saber de ti, sobre todo cuando aferre fuertemente mis manos en mi vientre y reí por 2 horas. ¡Qué feliz estaba!, al fin hemos logrado escapar. Decidiste nacer antes de lo previsto, serás el primer bebe en nacer a la primera semana o tal vez al mes... no lo sé, definitivamente he sido elegida.
¡Oh, huevo mío… las pequeñas manos que deberían empujar fuertemente mi vientre, no son manitas… Son garras, me rasguñas a pesar de no moverte, puedo ver tus manos a través de mi tratando de romperme, tratando de matarme. ¿Acaso no me quieres?, ¿no he sido yo quién te ha protegido?, entonces no te metas conmigo. Te he dado amor… y rompiste el cascarón.
Oh, huevo… Tus silencios son mi angustia, tu efímera figura dentro de aquella alfombra carmesí es tan mostruosa. Estas podrido, y nuevamente vuelvo a reír, al fin veo a la muerte venir.
Huevo, los doctores trataron de sacarte de mi en multiples ocasiones, decían tantas cosas. Pero que estuvieras podrido no te hacia estar muerto. A pesar de eso, no te mueves, siento tus manitas rasgarme aunque eres tan diminuto como para tener unas. Oh, huevo, no estas muerto, estas podrido y eres deforme. ¿Sabrás bien?
Eres tan pequeño para saciar mi hambre, eres un coágulo mal formado. Huevo, después de todo lo que hice por ti, huí del hospital por salvar tu vida, ¿por qué me pagaste con tu muerte? Ni si quiera de alimento me serviste.
Deberías destruir a todos con tu pudrición. ¿Por qué no me hablas?
Se supone que rompí mi vientre para que vieras al mundo y no lloras. Ahora te tengo nuevamente a dentro, ¡hiere mi cuerpo!¡Hueles tan mal!
Huevo… perdón por golpearte lo que parecía ser tu cabecita, pero no te preocupes ya me la volví a comer.
Huevo….
Mi huevo…
Mi huevo podrido.
Ahora estaré contigo. ❤
Esta historia fue una inspiración del momento de un solo capítulo, si te gusta por favor apoya a la autora con un like o un comentario, te lo agradecería mucho, si notas errores ortográficos avisa, ya que... Como todo ser humano me equivoco y trato de darles lo mejor, muchas gracias por leer. Bye bye
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El huevo podrido
Short StoryEsta es la corta historia de un madre con algunos cables sueltos. Abordado desde la perspectiva de una mujer con desordenes psicológicos, desde la voz de "amor de una madre"... Escrito con el dolor de perder un hijo, un pequeño que nunca rompió el...