-Si llegas a conocer a NCT, ¡tienes que preguntarles de mi parte si algún día se dignarán a hacer un concierto sólo de ellos!-dijo mi amiga Hyeri acostada en mi cama.
-No los voy a conocer.-dije rodando los ojos mientras miraba mi celular.
-Oh vamos Siyeon, tu padre es Leeteuk.-dijo ella mirándome fijamente.-NCT se lleva bien con Super Junior, tienes muchas más oportunidades que cualquier persona normal.
Mis padres nunca se casaron pues me tuvieron jóvenes, a los 17 años, esto les afectó en su relación por lo que terminaron al año.
Yo vivía con mi madre, pero esta se iba a ir de viaje con su novio por varios meses, por lo que tenía que quedarme con Leeteuk, ambos hacían como si yo no tuviera 18 años y no me pudiera cuidar sola.
-Ya, ¿y qué les voy a decir?-dije riéndome.-¿"El rumor de que había un miembro de Super Junior que tuvo una hija en su adolescencia era cierto, y soy yo."?
Nos reímos, pues esa era mi realidad.
-¿No que supuestamente ya saben?-dijo ella algo confundida, a lo que yo negué con la cabeza.
Muy poca gente sabía de mi padre, de hecho, prácticamente sólo sabían los de Super Junior, mi familia, Hyeri, algunos artistas y gente importante de SM Entertainment, los cuales me vieron cuando pequeña y habían dicho que no se podía saber de mi existencia en el ambiente público para que la carrera de mi padre no saliera afectada.
Eso significaba que yo era un secreto, y dicho de otra manera, la gente hacía como si yo no existiera, ¿me molestaba? a veces sí, a veces no.
-Como sea, ya quiero encontrar trabajo.-dije dando un suspiro.-Quiero comprarme ropa nueva.
-Pero si tienes cosas muy lindas.-dijo Hyeri mientras veía mi ropa y la ponía en la maleta que llevaría la casa de mi padre.
Nos quedamos toda la tarde ordenando, hasta que llegó la hora en que llegó Leeteuk y mi madre entró a la habitación para despedirse.
-Ya llegó tu padre.-dijo ella abrazándome.-Si tienes cualquier problema llámame, no dudaré en tomar el primer vuelo y devolverle, ¿si cariño?
Asentí devolviéndole el abrazo.
Después de que ella se despidiera y se fuera, quedamos Leeteuk, Hyeri y yo en la habitación.
-¡Ya nos vamos!-dijo Leeteuk emocionado agarrando mis maletas, pues no me veía mucho ya que estaba ocupado con su trabajo.
-¿Vienes?-le dije a Hyeri mientras cerraba la puerta de la casa.
Ella se encogió de hombros.
-Necesito estudiar, tengo prueba mañana.-dijo ella para después despedirse e irse de ahí.
Por mientras yo me subí de copiloto al auto, acompañando a Leeteuk.