Sweet & Bitter [Youngjae & TN]

01

— Hola, buenos días —  saludé a mi mamá mientras me sentaba para desayunar junto a ella. — ¿Y mi papá, se fue tan temprano? — pregunté.

— Hija ya sabes el no llego a dormir, pero creo que hoy si viene — respondió. Sólo le dirigí una mirada con una sonrisa y seguí desayunado.

Sólo a mi papá se le ocurre comprar una su casa a hora y media de su empresa; es lo que hace que no venga a pasar las noches, según él sus trabajos terminan hasta tarde y es un poco riesgoso manejar a esas tantas horas de la noche y pues como queda muy lejos la casa es mejor improvisar su "cuartito" dentro de la empresa.

— Ya me voy, que tengas un buen día y apúrate para no llegar tarde a la escuela — dice mi madre sacándome de mis pensamientos. Despidiéndose  me da un beso.

—Si, ma, igualmente

Pasan sólo unos cuantos minutos, me levanto de la mesa, me dirijo a al baño para cepillar mis dientes, ya terminado me observó por última vez en el espejo para asegurar que no me he manchado con la pasta dental o con mi desayuno y claro que mi maquillaje siga en su lugar. Salgo de la casa dirigiéndome al instituto o como mi madre dice "escuela". Saco el celular del bolsillo de mi chaqueta, verifico que  no llegaré tarde si tomo el colectivo, hago una caminata cuando me percato de que no falta mucho para que pase el colectivo, si no alcanzo ese llegaré tarde por cuarta vez y ya no me dejaran entrar, todavía me acuerdo cuando la directora me lo advirtió.

Para llegar a la estación a tiempo solo me faltaba cruzar la calle lo bueno es que el semáforo estaba en verde para mí,-al parecer era la única pasando la calle-ya estaba por llegar al otro extremo cuando un inepto cruza con su motocicleta en frente mío, hace que caiga aporreando mi trasero al suelo. — fíjate imbecil. — le grito mientras él seguía su camino a muy alta velocidad, en unos segundos el ya se no estaba, me pareció ver que portaba un uniforme igual al mío, pero no lo reconocí, no dejó ver su cara por la forma del casco que llevaba; pero del casco si me puedo acordar acordar a pesar de que conducía a la velocidad de la luz.
Los que estaban en el paradero sólo me observaban, les lancé una mirada de esas que duelen al ver. Sólo siento detrás mío a alguien agarrándome por mis axilas y después me levanta.

— ¿Te encuentras bien? — me pregunta. Era un chico unos cuantos centímetros más alto que yo, ojos miel almendrados, el cabello chino y castaño. — si, gracias — le contesto cortante. — de nada — escucho como murmura mientras me alejo.
Me dió vergüenza; su cara era irreconocible para mí, además mi mente lo consideraba "chico lindo" ya que no acostumbro a ver a esos con el cabello chino y él sin duda  se veía muy bien, el uniforme le quedaba a la perfección excepto por la clase de calzado que traía puesto, parecía payaso de rodeo.
El se paró a un lado mío para esperar el colectivo; creo que por primera vez en la vida siento cierto interés pero incomodidad a la vez, podía notar como su mirada estaba en mi -oh por dios era tan incómodo- almenos podría disimular un poco; y de la distancia de unos cinco centímetros que llevábamos lo hacía aún más incómodo.

— me llamo DongGoo — escucho decir al chico. Estaba apunto de reponderle pero llega el colectivo. Como estaba al principio de la espera fuí la primera en subir, rápidamente busco donde sentarme, el asiento a lado mío estaba desocupado y lo primero que pensé fue en "espero que el chico lindo se siente a lado mío". No me conviene pensar cosas bonitas a mi beneficio ¡NUNCA FUNCIONAN!.

Una mujer con el cuerpo robusto se sentó a mi lado, aquella tenía el aroma a esas pastillas de ácido fólico, el olor era asfixiante, para mí suerte la ventanilla estaba atorada y la mujer reventaba cada 30 segundos su tos acompañada con flemas; podía escuchar ese leve sonido al tragarlas -era, era, era un largo camino-. Mientras mi subconsciente me decía : awantaa.
No falta mucho, sólo unos cuantos minutos más.