Prólogo

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Hace 12 años.

Harline estaba en el museo con su madre , la pequeña no tendría poco más de cuatro años

y era muy curiosa .Estaban en ese museo por una razón especial : " La exposición " << si , la -

no, una>> , ese día era la primera vez y la última que expondrían la piedra ttskekudure , sólo la

podría ver cierto número de personas , y en ese número estaba su padre. El famoso

historiador Venedit Dela Cête , él tenía el placer de estar allí , y cómo no ,no perdería la

oportunidad de llevar allí a sus dos personas favoritas en el mundo , su esposa y su hija. La

señora De La Cête estaba con Harline observando la piedra sin verle nada especial ,

mientras veían como científicos manipulaban cuidadosamente la piedra con guantes y la

protección adecuada dado que no querían que esta rozara con su piel , todo esto ocurría

bajo la atenta mirada de su esposo.

- Mami , mami. - llamó una voz. En ese momento la mujer que había estado centrada en lo

que sucedía con la extraña piedra desvió la mirada a la pequeña que sostenía su mano. -

¿Qué ocurre mi amor ? - dijo está refiriéndose a Harline. La pequeña hizo un tierno puchero

y miró a su madre con cara adorable : típica carita de cachorro abandonada - Me aburroooo

- Dijo ella. La madre suspiró, y la miró con una mirada llena de cariño y ternura hacia la

niña, mientras sopesaba las opciones , decidió finalmente hablar con su marido. - Está

bien cariño, mamá hablará con papá ¿si? - está en respuesta sólo asintió con la cabeza

indicándole que estaba de acuerdo.

La mujer sonrió una última vez a Harline y soltó su mano para acercarse a su marido , este al

ver cómo ella se acercaba dió un descanso a los científicos afirmándoles con la mano que

abandonaran el lugar. Estos agradecieron el descanso y se retiraron la sala. El historiador

se encontraba en una sala aparte y este tan sólo cerró las cortinas mientras estos salían y

se puso a hablar con su mujer.

Mientras los mayores charlaban la pequeña Harline abrió la puerta que daba acceso a la

sala de la piedra. Ningún guardia estaba para detenerla , ¿ en la sala dónde se guarda la

piedra más extraña que existe no hay seguridad alguna ? , pues no , simplemente por qué

no era necesario. A las puertas de la entrada había guardias con entrenamiento militar y

más a las afueras asegurando el perímetro , con esto en mente ¿ por qué sería necesario

poner seguridad dentro de la sala si sólo podía entrar gente autorizada a la sala y nadie era

tan estúpido como para tocar la piedra con sus manos desnudas ? , exacto : ninguna.

Sabiendo esto la chiquilla se introdujo a la sala y miró la piedra , parecía que la llamase ,

esta despedía un resplandor rojo intenso y era de un color rojo carmín oscuro parecido al de

la sangre , tenía un aura oscura a su alrededor. Ella pensó que sería malo e iba a salir pero

de repente se sintió nuevamente atraída por esta , la curiosidad era mayor al peligro , sin

más dilación tocó la piedra con uno de sus pequeños dedos.

Al hacerlo sintió como una descarga atravesaba su cuerpo y se introducía en él , no

pudo evitar soltar un pequeño gemido y apartó su mano de la piedra de manera inmediata ,

pero ya era tarde , habitaba dentro de ella y no había vuelta atrás , está de más decir que

esto acarrearía problemas en el futuro.
La pequeña asustada salió de la sala y cerró la

puerta como si nada hubiera pasado , puesto que eso nunca había ocurrido , o eso

pensaban sus padres.

Volvió a su posición original , pero en su cara se veía miedo como si hubiera visto un

fantasma. Su madre tras acabar la charla con su padre salió y se acercó a su hija.
- Buenas

noticias mami a convencido a papi y nos deja ir solitas al parque de atracciones Winsbulger

, mientras el se queda trabajando , ¿ esta bien ? - la mujer vió el rostro de su hija y

enseguida se preocupó - ¿Te encuentras bien corazón ? - en respuesta a lo primero esta

negó con la cabeza - No mami , quiero irme a casita y dormir - bostezó - estoy cansadita -

con una mano frotó su ojito izquierdo y al escuchar lo segundo enseguida puso una sonrisa

en su cara y se volvió la misma de siempre , sobreponiéndose al susto inicial pues estaba con

su mamá estaba a salvo , nada malo podía pasarle , o al menos eso era lo que ella creía -

Sí mami , estoy bien - dijo poniendo una sonrisa radiante.

Lo primero a su madre le extrañó pues Winsbulger era el parque de atracciones más

famoso del mundo , todos , pequeños y mayores , querían asistir a este , mas no faltaba

decir que la pequeña siempre estaba llena de energia y era muy entusiasta , pero después

de ver su cara y su sonrisa no decidió darle importancia , lo cuál era un gran error por su

parte.

La pareja de madre e hija entraron al hotel donde se hospedaban y fueron a la suite , la

pequeña se acostó y durmió plácidamente mientras su madre veía algún progama en la

televisión , hubiera sido una tarde cómo otra cualquiera o eso aparentaba al menos, de no

ser porque desde ese día , ese fatidíco día , su mundo cambió y la pequeña ya no era la

misma , ni lo volveria a serlo nunca. Bueno eso o....no , era imposible , tal vez habia una

remota posibilidad de la salvarse , pero lastimosamente para ella la piedra gemela de esta ,

la piedra blanca llevaba siglos desaparecida y demasiadas personas desconocian su

existencia , pues era un secreto guardado con recelo conocido por muy pocos.

Las dos caras del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora