Lamento comenzar esto diciendo que:
1) la ultima vez que me tome en serio escribir algo como una novela fue en 2015 con un fan fic de The Walking Dead.
2) Vamos a empezar hablando de mi infancia, de las burlas, de que deje de comer porque era "gorda" y de la jerarquía social de los colegios.
3) No tengan altas expecativas con esto porque probablemente me desvié de un tema mas de una vez.
Enfrentemos la realidad. Cuando somos niños siempre hay una jerarquía en los colegios.
Si bien por lo general están conformadas por: Los populares, los que no se hablan con nadie, los que estudian mucho y los idiotas. (A toda novela hay que agregarle ese estilo yankee.)
Siempre fui tímida. No tímida, tímida, pero era tímida. Tal vez me desenvolvía mucho mejor que ahora pero si me costaba hablar con las personas. La diferencia de mi yo de ahora con mi yo de antes es que mi timidez de antes era la normal.
En los dos primeros años de la primaria siempre fui la excluida, ni siquiera formaba parte de algún grupo por el simple hecho de ser "gorda" (pongo esto entre comillas porque vale aclarar que no estaba gorda, era normal pero me habían hecho creer desde ese momento en adelante que era gorda y que eso estaba mal.) no solo ser "gorda" era un problema socialmente, sino que también lo era cualquier cosa (cualquier cosa que tuviese la chica "gorda" como pecas, pelo pelirrojo, lunares, etc. Porque si eso lo tenia una blanca rubia flaca no era un problema.)No voy a ampliarme en el tema de mis traumas de primaria, solo es para ponerlos en contexto.
Me cambiaron de escuela y el primer día ya tenia amigas. No se exactamente en que momento se empezó a descontrolar todo pero ese momento existió y fue cuando otra vez volví a vivir las burlas por mi peso. ¿Que le pasa a esta sociedad con los cuerpos ajenos? eramos chicos, muchos no lo hicieron la intención de herir pero las burlas que fueron mas cerca del comienzo en la secundaria fueron las que peor me dejaron.
Siempre me crié con Disney. Amaba Disney sobre todo a las princesas con esas historias donde el príncipe las salva y les soluciona todos los problemas (es lo que todos piensan) y yo como toda nena de esa edad (10 años) quería esa vida. Viví consumiendo ese tipo de información que me llevo a una vida de dependencia emocional y ademas a la errónea idea de que necesitaba a alguien para ser feliz, prácticamente como si fuese una ley de vida. A los 11 años ya había tenido 4 novios pero nada serio (normal si estas en primaria) y me abrumaba la idea de no haber dado mi primer beso. Para alguien de primaria que sufre la presión social constantemente estar a la altura de los demás es muy importante y la gran mayoría de mis compañeras ya habían dado su primer beso.
Pase esa etapa de mi vida soñando con el día en que conozca a alguien a quien le pudiera gustar, alguien que fuese inteligente como yo (era muy egocéntrica con mi mentalidad, estaba orgullosa de mi en ese sentido. Era lo único que no habían atacado de mi.) En el ultimo año me entere de que me iban a cambiar de escuela, empezando la primaria en otra. Si bien era una frustración también lo veía como una oportunidad de empezar de 0. Uno cuando empieza el año nuevo siempre planifica metas, las mías siempre fueron hacer esos típicos cambios drásticos físicos donde la chica fea se vuelve la mas hermosa y yo estaba verdaderamente empeñada en eso.
Nunca me intereso la ropa pero en el primer año de secundaria le di demasiada bola a ese tema y me termino gustando mucho hasta el día de hoy. La escuela a la que me cambiaba era una publica, siempre fui a privadas y siendo sincera era un cambio drástico si venís de que te llenen la cabeza con que si no tenes plata no sos nadie. Acá empiezan los dramas, los de verdad no los de una nena de primaria que luchaba por ser aceptada. En esta parte de mi vida fue cuando luche por descubrir mi identidad.
Desde el primer día no me gusto. Llegue llorando a mi casa como una exagerada pero por suerte eso solo fue el primer día. Me hice un mejor amigo y una mejor amiga a los que quería muchísimo. Era una amistad linda, no se si sana pero era linda.
Duramos medio año porque después Abril, mi mejor amiga, empezó a caer en la tentación de los estándares sociales, los malditos estándares de belleza. Cuando uno toma consciencia de estos temas se da cuenta de que en realidad gran parte de su vida no fue si mismo sino que era la persona que le dijeron que tenia que ser. Si sos varón te tenes que vestir de cierta forma, hablar así, jugar con esto, te tiene que gustar lo otro y lo de nena esta prohibido. Me gustaría poder pensar en que Abril coincidía conmigo pero no. Mi yo de ese momento tampoco lo hacia porque no pensaba en esas cosas, no cuestionaba nada solo me amoldaba a lo que me imponían porque la sociedad a todo lo que es distinto lo ataca y lo que menos quería era volver a ser atacada. Tantos años viví así que de un momento a otro, ya en segundo de secundaria Cristian y yo nos adentramos en estudiar la jerarquía social de los colegios. ¿Por que existe eso? ¿Para que existe? En ese entonces tomaba notas de todas las conclusiones a las que llegábamos y si me pusiera ahora a hablar de lo que pensábamos estaría mintiendo porque no lo recuerdo y ese cuaderno fue quemado.
Cuando habíamos terminado las clases Cris, que siempre se sentaba conmigo estaba guardando las cosas y como de costumbre me pega con su codo en alguna parte del cuerpo. El siempre que tiene que guardas las cosas en su mochila necesita un mínimo de 10 metros cuadrados de espacio para realizar esa actividad tan sencilla como guardar una carpeta en la mochila, pero claro como no puedo arrastras mis cosas al piso en la otra punta del salón para poder evitarme los golpes de Cris luchando con su mochila se volvieron una tradición.
- ¿Y si hacen mochilas mas grandes que no sean ridículas? porque siempre tengo el mismo problema, tengo que comprarme las medianas donde no me entra nada porque las grandes son ridículas. - lo mire sin comprender lo que me trataba de explicar -
- No es excusa para que me golpees con tu codo todos los días. - Se lo dije medio enojada y medio en chiste. -
Nos fuimos como de costumbre hablando de teorías conspirativas que a Cris y a mi nos fascinaban pero en un momento dado el hablo sobre las parejas.
- Mira yo te digo que si te animaras a agregar a gente en facebook que no fuese tu familia o yo tendrías mas oportunidades de conocer a más personas. - Me estaba molestando y lo sabia. Yo no era de las personas que agregaba a gente porque si ni tampoco que tenia amistades o relaciones por Internet.-
- Si lo hago es para que ves que es cualquier cosa y que no sirve hacer eso. Uno tiene que salir al mundo real. -
No me dijo nada porque yo tenia razón pero igualmente lo seguí mirando esperando una respuesta.
A Cris por lo general se le viene el pelo a la cara un 80% del día. Es castaño de pelo largo un poco mas arriba de los hombros con unas ondas sutiles, barba que recién empezaba a creerle, ojos oscuros pero no tanto como los míos, alto, y por alguna razón siempre tiene las mejillas rojas.
Yo por el contrario era pelirroja, extremadamente blanca, llena de pecas, ojos muy oscuros, no tan alta pero tampoco soy bajita, peso aproximadamente 45 kg ya que me descubrí a mi misma a principios de este año dejando de comer para bajar de peso, obsesionándome con el ejercicio y todavía sigo sin recuperarme eso. Puedo pasar hasta días sin comer y a mi me parecía alucinante la forma en la que mi cuerpo actuada debido a esta necesidad inconsciente de adaptarme a los cánones de belleza.
Cris siempre me acompañaba hasta mi casa pero ese día me dejo 4 cuadras antes porque se tenia que ir temprano a su casa y no llegue a hacer 2 cuadras que un auto a mi lado empezó a disminuir la velocidad. Lo miraba de reojo, camine rápido pero disimulada con la cabeza baja deseando que nada me pase. El señor del auto tenia unos 46 años aproximadamente, tenia barba y ojos muy grandes, pelo rapado y cuando me sonrió note que le faltaba un diente. Venia en un fiat azul, no sabría decir que modelo era y tampoco era mi prioridad en ese momento, solo quería irme pero el tipo me seguía con el auto sonriente hasta que por fin me pregunto si quería subirme al auto para practicarle sexo oral y no se como o en que momento pero empece a correr dispuesta a gritar si notaba que el auto aun me seguía, pero no paso. Llegue asustada, no comprendía lo que habia pasado, mi cuerpo se sentía como en una nube, parecía que flotaba como si fuese un sueño y de golpe me di cuenta que si no me sentaba y me calmaba, en cualquier momento iba a desmayarme.
YOU ARE READING
¿Y si empezamos otra vez?
Teen FictionEsta historia es de Abigail, solo de ella. Puede que empiece como la típica novela juvenil a la que estamos acostumbrados. La chica marginada que desea tener un novio, le rompen el corazón, se burlan de ella en la escuela... La diferencia de alguie...