The circus

7 0 0
                                    

Verán, desde que tengo uso de mi memoria he vivido en este lugar, claro, antes esto no era así, el no era así. Anteriormente este lugar estaba lleno de actores sorprendentes, y entre todos esos actores se encontraba mi madre, una de las más talentosas y hermosas mujeres en este lugar. Ella solía entrenarme cada mañana, ya que su soñaba que algún día yo pudiera actuar junto a ella. A pesar de que yo soló tenía cinco años, cuando ella me empezó a enseñar el arte circense, siempre fue rígida en cada lección. Pero nada de eso me importaba, yo era feliz. Pasaron así cuatro años, hasta que un día, después de mi cumpleaños 10, ella desapareció misteriosamente.

Algo que recuerdo, con bastante claridad, antes de su desaparición, es que por las tardes, después de los duros entrenamientos, yo jugaba con Amy. Amy era la hija del dueño del circo, ella tenía el sueño de caminar sobre la cuerda floja, o el volverse una gran acróbata en el trapecio. Así que mi madre, la cual dominaba esas dos técnicas, y aparte sabía hacer maravillosas piruetas en el trampolín, estuvo dispuesta a enseñarnos. Cuando Amy y yo terminábamos de entrenar, jugábamos por horas en los campos cercanos al circo, y al anochecer, cuando el circo abría sus puertas al público, escogíamos los mejores asientos para ver el espectáculo.

Esta solía ser mi vida, al parecer todo era perfecto, yo era la persona más feliz en ese entonces. Todo fue cambiando, después de que ella desapareció. Esa noche era mi cumpleaños número 10, horas antes de la función mi madre había estado hablando con el dueño, en su rostro no se dibuja su habitual sonrisa, y en el rostro del dueño, existía una gran cara de molestia. Fue la función, mi madre dio lo mejor de sí como en cada noche, y al terminar, cuando toda la gente salió de la carpa, me pidió que fuera a mi habitación a empacar mis cosas, dijo algo sobre una nueva vida, mejor para mí. Después de hablar conmigo, me pidió que la esperara en el sendero, así que salí, y me senté en el pasto a esperarla. Pero ella no regreso, pasaron varias horas, así que decidí regresar a la carpa, pero al llegar solo me encontré con el dueño, el cuál se ahogaba en llanto. Yo no entendí la situación, hasta que el, me dijo que mi madre me había abandonado.

Es obvio que en es momento creí su mentira, pues yo era solo un niño en ese entonces y al haberme sentido soló tuve la opción de confiar. El me ofreció refugió, y me prometió que al crecer podría salir de ese lugar.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 09, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

The circusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora