Perdedor [TERMINADA] {Eun/Hae}

Sinceridad

  Cuando terminé de verlos allí, sin nada más que hacer más que arrepentirme de todo el mal que había hecho durante todo el tiempo que había estado con Hae, me encaminé a una pequeña cafetería que había allí cerca. Me pedí un café y luego me sumí en mis propios pensamientos, hasta percatarme de que ya se había hecho de noche.

  Salí con la cabeza gacha de aquel lugar y comencé a caminar hacia donde había aparcado el coche para poder irme a casa. A lo que alguna vez había sido nuestra casa y que en aquel momento solo me hacía recordar lo idiota que había sido. Lo imbécil que había sido al dejarte ir.

  Llegué hasta mi coche y lo habría automáticamente, pero una figura dibujada en el vidrio hizo que me detuviera. ¿Mi cerebro me estaba jugando una mala pasada como muchas otras veces ya lo había hecho? Quería darme vuelta, pero… si aquello que veía era mentira… ¿sería capaz de soportarlo? ¿Sería capaz de seguir viviendo si ti a mi lado?

  Me voltee y se me abrieron los ojos de par en par al percatarme de que no había sido una mala pasada de mi subconsciente, sino que eras real. Estabas frente a mí… sonriéndome con esa sonrisa que me había enamorado la primera vez que había visto. Esa sonrisa que era capaz de alejar todas las sombras que me rodeaban. Ese sonrisa que tanto añoraba.

-¿Qué haces aquí?- te pregunté dejando que esa pregunta saliera de mis labios sin antes pensarlas.

-Te ves penoso con esa pinta- me dijiste señalándome- Pero…- sonreíste nuevamente- no menos penoso que yo- me dijiste y lentamente comenzaste a acercarte a mi lado y me abrazaste dulcemente, como siempre lo hiciste cuando me sentía abrumado por todas las cosas que me rodeaba.

  Sentí el cálido contacto de nuestra piel rozándose.

-Feliz aniversario- fue lo que dije antes de que tú me separas y me sonrieras.

-Feliz aniversario amor- me dijiste y me besaste.

  Un beso corto, dulce y que tanto había añorado durante todo ese año que habíamos estado separados.

  Cuando nos separamos nos quedamos mirándonos durante varios minutos antes de que yo abriera los labios para decirte todo lo que estaba sintiendo en aquel momento.

-Siento no haberte respetado. Siento no haberte hecho feliz. Siento no haberte amado tanto como tú siempre lo hiciste. Siento no haberme dado cuenta de todo lo que estabas sufriendo por mi indiferencia. Siento…- me cortaste colocando dos dedos tuyos sobre mis labios.

-Te perdono Hyukkie… Te perdono por todo lo que hiciste, pero… con una condición.

-¿Cuál?

-Que me ames- me dijiste seriamente.

-Te amo y te amaré el resto de mi vida Hae y… te lo demostraré cada día que pasemos juntos, cada noche que hagamos el amor, a cada minuto, a cada segundo de toda nuestra larga vida juntos- te contesté con una sonrisa y uní nuestros labios nuevamente en un beso más apasionado e intenso.

  Dándote a entender que nunca…. Jamás, te volvería a dejar ir… porque desde ese momento en adelante… iba a hacer las cosas bien.