Esa tarde la cafetería más prestigiosa de toda corea se encontraba tranquila a pesar de la abundante clientela. Revisaba su agenda intentando buscar un hueco libre para su próxima reunión a la vez que se llevaba la taza a los labios.
-señor, ese día tiene una negociación con un director.
-Definitivamente este trabajo acabará conmigo -dijo pasando su mano por el cuello aliviando la tensión.
-Ser una de las personas más ricas del mundo debe tener responsabilidades señor -le recordaba el chico con pelo castaño- Por cierto tras revisar las estadísticas de este año a habido un notable descenso sobre su prestigio, la gente se extraña de que usted no tenga una pareja estable y de alguna forma eso crea desconfianza en sus compradores.
El chico rodó los ojos rememorando las repetidas conversaciones dadas en múltiples ocasiones sobre el tema.
-Yo no tengo tiempo para eso Chimchim, es una forma decrépita de ver la vida -apartó la mirada llevándola a la cristalera del local.
-Debería replantearlo, también tendrá que buscar algún descendiente de su herencia, la gente necesita estar segura de que su empresa no desaparecerá. Si le ocurre algo, ¿quien se hará cargo de todo?.
Inevitablemente una risa escapó del azabache dado que su orientación sexual tampoco le permitiría tener un descendiente con conexión sanguínea real.
De manera repentina la atención de toda la cafetería fue puesta en una nueva presencia deshaciendo cualquier conversación pendiente.
-Oye usted no puede estar aquí -se oía a un guardia de seguridad.
-¿Por que mierda no puedo -habló sin ningún tipo de tapujos.
Las ropas que vestían al chico podían verse deterioradas y aparentemente sucias, su pelo severamente alborotado y con algunos rasguños decorando una hermosa piel que a pesar de sus daños se veía perfecta. Los guardias tomaron los brazos de este con la intención de sacarlo a la fuerza, acción que fue detenida tras zafarse del agarre.
-Solo quiero un puto trabajo, ¿es tanto pedir? -desvió la mirada chasqueando de forma molesta su lengua, aguantando las lágrimas que amenazaban por salir por la rabia contenida- pero claro, en estos malditos sitio de estúpidos pijos ricos no hay lugar para alguien como yo -sonrió de forma amarga sabiendo el dolor que sus palabras causaban en él.
-Exacto señor, usted no tiene lugar aquí -respondió el hombre de uniforme.
El rubio rió forzosamente, creando un sentimiento de aflicción en el azabache que miraba todo desde su asiento, fue en ese entonces cuando las mesas y sillas comenzaron a ser lanzadas en diferentes direcciones por el menor que poco después abandonó él mismo el recinto.
interesante.
-Lo siento señor, hoy no fue una buena idea venir aquí -hablaba el castaño.
-Tranquilo Chim, creo que fue la mejor decisión que habrías podido tomar -respondió sin apartar la mirada de la salida por donde el rubio se había ido.
una vez organizado todo lo que el azabache debía hacer durante los siguientes 3 meses salieron del local, terminando de esa manera el corto descanso y caminando hacia la oficina de nuevo. Los días eran repetitivos tanto como agotadores para el gran empresario que solo encontraba la motivación tras recordar que ese fue el único motivo de su existencia, palabras de su padre que se quedaron tan incrustadas en su cabeza que decidir mirar por sus deseos era algo impensable y egoísta.
-Chim, hoy saldré antes de la oficina, todo está preparado para mañana así que tu también puedes salir.
Este aceptó con una pequeña venia iniciando poco después el paso siguiendo a Jungkook para salir del establecimiento.
-¿Te apetece cenar algo Jimin?, ya es muy tarde -propone a la vez que abre la puerta del coche.
-Lo siento señor, no creo que sea conveniente.
-Vamos, tomemos algo como amigos, dejando de lado el trabajo.
-Como gustes.
La actitud tan fría que Jimin solía mostrar era una prueba más que afirmaba que él no estaba hecho para ser alguien con ideales propios, que a pesar de los años que estuvieran juntos, su único contacto cercano jamas mostraría confianza ya que era nada más y nada menos que un simple trabajador a sus órdenes y eso era algo que Jungkook odiaba.
Solo soy un pilar, los amigos no estan a mi alcance.
Él fiel sirviente abrió la puerta del restaurante dando paso a su jefe, pero una voz característica que recordaba haber oído en otro lugar frenó su paso haciéndolo girar sobre sí mismo para intentar descifrar de donde procedían los gritos y sin dar tiempo a pensar su propia acción, aceleró un camino firme hasta el barullo.
-Vas a pagar las consecuencias de robar asqueroso niño.
-cállate puto viejo.
La mano del vendedor se elevó con la intención de golpear la cara del rubio, no obstante esta fue sujeta por la de otro considerablemente más ágil y fuerte.
-Oh, señor Jeon, perdóname, sólo quería escarmentar a este niño.
Jungkook se mostraba inflexible ante la escena, dedicando una cara de desagrado por el agresor, su mirada fue devuelta al chico que se encontraba en el suelo para ofrecerle una mano.
-No quiero tu sucia ayuda -dijo rechazándolo.
Chasqueó los dedos en forma de una orden que Jimin sabía a qué se debía, tomando la cartera y pagando al vendedor por las cosas que había robado.
-¿Chico, buscas un trabajo, no?.
-No soy 'chico', me llamo Taehyung y eso a ti no te importa -respondía mientras se levantaba.
-Te contrato.
-¿Que? -sacudiéndose la ropa.
-Seras mi sugar baby.
El menor rió apartando la mirada de forma divertida por la declaración, desconfiando completamente de aquel hombre.
-¿De verdad piensas que voy a aceptar esa mierda?, no se quien te has pensado pero yo no voy a ser tu maldita puta.
En cambio para el pelinegro la situación le resultaba agradable dado que era la primera persona que había conocido hasta ahora que no lo respetaba por su dinero y es que Jungkook no es que fuera precisamente la mejor persona del mundo, pero por mucho que intentara provocar nadie le subió el tono de voz.
-Solo piénsalo -dijo dándole una pequeña tarjeta con su número.
-Estúpidos ricos, ¿creéis tener el mundo a vuestros pies o que?.
-Puedo ponerlo a los suyos si lo desea -habló mientras se alejaba para volver al restaurante junto con Jimin.
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My Sugar Baby 《VKOOK》 BTS
Fanfiction-Miénteme, hazme creer que me amas aunque todo sea una maldita ilusión. En donde ni un susurro podía oírse y la más íntima soledad lo abrumaba, pudo apreciar un rayo de luz llamado Jungkook.