No hay nadie más

Capítulo 1

POV Poché

-María José Garzón, levanta ese bonito trasero que tienes de la cama y vete a cambiar por las buenas o tendrás que hacerlo por las malas- dijo Vale en su quinto intento por levantarme.

-¡Vete y déjame dormir!- le grité aún con los ojos cerrados y le aventé la almohada que estaba a mi lado.

Después de eso, escuché que abrían y cerraban el grifo del baño y antes de que pudiera preguntar por qué seguía en mi cuarto, alguien jaló mis piernas tirándome de la cama mientras que otra persona me echaba agua fría en la cara.

-¿¡QUÉ LES PASA?!- volví a gritar secándome la cara con la manga del pijama y abriendo los ojos para encontrarme con las caras de Valentina y Calle más rojas que un tomate, esta última tirada en el piso apunto de hacerse pipí de la risa.- ¡Son unas completas inmaduras que no tienen respeto hacia la gente con sueño!

-No es nuestra culpa que sigas trasnochando aún sabiendo que al siguiente día vamos a salir- dijo Calle levantándose del piso un poco más tranquila pero todavía con una sonrisa de diversión en su cara.

Al escuchar eso me paré y fui a levantar la almohada que había tirado hace unos minutos y en cuanto me giré con ella en mano vi a Vale cerrando la puerta.

-¡Pequeña traidora!- gritó Calle haciendo el intento de salir corriendo pero antes de que pudiera dar un paso más me lancé sobre ella haciendo que cayera de espaldas conmigo encima y empecé a darle almohadazos en la cara.

-¡Quí... de en...ma Po...ché!- trató de decir Calle pero no podía porque la almohada tapaba sus gritos.

-¿Qué dices? ¿Que lamentas el haberme despertado?

-Po...ché, te vo...a mat...

-Eso no se oyó como una disculpa- dije golpeándola más fuerte.

-¡LO S...TO, QUÍ...TE YA!- cuando terminó la frase que tanto esperaba oír, paré de golpearla y me levanté de encima suyo.

-Gracias, así está mejor- dije tendiéndole la mano para que se parara.

Cuando tomó mi mano sentí de nuevo la descarga eléctrica que he estado tratando de ignorar desde que pasó por primera vez ese día, por lo que aparté mi mano en cuanto estuvo de pie.

Al inclinar mi cabeza hacia arriba para poder verla a los ojos vi que aquella sonrisa que tenía antes había desaparecido completamente por lo que decidí huir lo más rápido posible igual que Vale. Al estar en el pasillo tomé la puerta con todas mis fuerzas para impedir que Calle saliera.

-POCHÉ, ABRE LA MALDITA PUERTA- gritó Calle desde el otro lado intentando abrirla.

-Y tú me crees estúpida ¿o qué?... NI SE TE OCURRA RESPONDER- dije aún sosteniendo la puerta.

Escuché una pequeña carcajada de su parte haciéndome saber que ya se le había pasado un poco el mal humor así que decidí soltar mi agarre. Poco a poco la puerta se fue abriendo dejándome ver detrás de ella una Calle calmada.

-Bonita forma de comenzar el día- dije en cuanto la tuve enfrente de mí dedicándole una de mis mejores sonrisas.

No me dio tiempo a decir algo más pues Calle me agarró de las piernas y me cargó como si fuera un costal de papas.

-¡Suéltame!- dije comenzando a patearla para que me bajara, pero eso solo hizo que me apretara más fuerte contra ella.
¿¡Qué rayos le pasa a esta china loca?!

La única vista que tenía era la de su trasero cubierto por un jean negro pegado, hace unas semanas no me habría importado, incluso me hubiera reído y hecho algún comentario, pero las cosas cambiaron y el tenerlo en frente era un gran problema por lo que tapé mis ojos con las manos.

Después de un par de segundos, abrió una puerta y de nuevo escuché el grifo.

-¡Bájame!- Ya estaba entrando en desesperación al no saber qué pasaba.

-Tus deseos son órdenes.

Destapé mis ojos, me bajó y cuando iba a reclamarle me tiró a la tina sin importarle que aún seguía completamente vestida.

-¡Mi ropa!

-Tienes media hora para alistarte y si escucho algún reclamo de tu parte, me encargaré yo misma de que todo el mundo se entere que usas ropa interior de los Rugrats- dijo saliendo con un portazo.

-¡Para tu información es bastante cómoda!- dije dejando la ropa mojada en un cesto.

Después de 10 minutos salí del baño y en la cama estaba colocado un jean con rotos y una blusa blanca básica al igual que los tenis que Calle había dejado. Me vestí, me maquillé un poco, tomé mi celular y bajé las escaleras encontrándome con Vale y Calle teniendo una conversación bastante entretenida.

-Hiciste tiempo récord, duraste 27 minutos- dijo Vale al percatarse de mi presencia parando el cronómetro que había puesto desde su celular.

-Era eso o que todos se enteraran del tipo de ropa interior que uso- dije cruzándome de brazos y rodando los ojos.

-¿Por qué te importa tanto? Apuesto a que a todos los hombres les parecería sexy- dijo Calle con una sonrisa pícara mientras inspeccionaba mi vestimenta.- Esa ropa te queda bien.- Posó su mirada en la mía causando un revoloteo en mi interior.

-¿Te parece si ya nos vamos? Se hará tarde y Pau se enojará- dije cambiando de tema para que dejara de mirarme.

-De acuerdo.- dijo parándose de la silla y desviando la mirada.

Tomó las llaves de la encimera, nos despedimos de Vale y nos subimos al auto. En cuanto estuvimos adentro puse música y cantamos cada canción a todo pulmón. Estos eran de mis momentos favoritos con ella, amo escuchar su voz cuando canta, la manera en la que se ríe cuando desafinamos, como golpea el volante haciendo el ritmo, ver su cabello agitarse gracias al viento o al movimiento de su cabeza, todo lo que hace me parece hermoso, ojalá todo lo que siento por ella fuera un simple cariño de amigas como antes, pero no lo es, y eso complica todo.

-¿Estás bien?- preguntó bajándole el volumen a la música y haciéndome volver de mi embobamiento.

"No, no estoy bien, cada que te miro siento algo nuevo y no sé como detenerlo"- pensé.

-Si, estoy perfecta, ¿por qué?- volteó a verme.

-Porque te quedaste callada de repente, y últimamente te he notado rara, desde que...- Me puse tensa al instante pero el destino hizo de las suyas y no pudo terminar su frase pues en mi celular apareció una llamada proveniente de Paula que contesté de inmediato.

-Hola Pauuuu, ¿qué pasó?- dije y Calle regresó su mirada al frente con el ceño fruncido, señal de que no le gustó que la interrumpieran.

-¿Ya van a llegar? Se están demorando mucho y estar aquí a solas junto con Sebas es una peligro hacia mi persona.- dijo Paula alterada.

-Qué peligro ni que nada, de hecho nos estamos divirtiendo mucho- escuché decir a Sebas.

-¡SEBAS, SUELTA LA CUCHARA CON MERMELADA! ENSUCIA MI ROPA Y NO VUELVES A VER LA LUZ DEL DÍA- gritó Paula causando que alejara un poco el celular de mi oreja.- ¡Ustedes 2 lleguen de inmediato y ayúdenme!- luego de eso cortó la llamada.

-Maneja más rápido o en esa casa habrá hombre muerto- le dije a Calle para que acelerara.

No volvimos a decir palabra alguna en todo el trayecto y en menos de 3 minutos ya habíamos llegado.

Bajé del carro corriendo preocupada por mis amigos siendo seguida por Calle, cuando abrimos la puerta un pedazo de aguacate cayó en mi blusa haciendo que Calle se riera y cuando le iba a decir que se callara, un pedazo de jamón golpeó su cara provocando una mirada asesina de parte de ella y que la que riera ahora fuera yo.

-Aquí muere alguien hoy- dijo Calle quitándose el jamón de la cara y tirándolo al piso con asco mientras se adentraba en la casa dejándome sola en la entrada.

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Holiii!! Mi nombre es Emily y estoy empezando en esto de la escritura :). Así que espero que me tengan un poquito de paciencia porque siempre quiero que todo quede spr cool y me tardo bastante jeje. LOS AMO Y GRACIAS POR LEER!

Pd: Caché es vida :v