Capitulo 7

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Después de la cena me fui a duchar tenía un sueño enorme, y solo tube que recostarme en la cama para quedar completamente dormida.

Si hubiera algo en esta vida he pudiera hacer para dejar de escuchar esa maldita trompeta lo juro por Dios que lo haría, al. Año de unos minutos esa cosa del demonic dejo de sonar, por fin las y tranquila o por lo menos eso pensaba.

-señorita Morgado no quisiera interrumpir su sueño pero tiene que levantarse hoy es un gran día— dice Ernesto abriendo las cortinas dejando que toda la luz llegue hacia mi.
-dejamee— dije mientras me tapaba con la almohada
-es hora de ir a desayunar ya tiene todo listo— dice Ernesto dándome un tirón por el brazo tan firme y suave que me sorprendí -se que no está acostumbrada a esto pero tiene que hacerlo— dicho esto se dispuso a salir de la habitación, sin duda lo más difícil de todo esto sería tener que levantarme a esta hora.

Después de  que todo mi esfuerzo por pararme dieran frutos me encamine al baño, cuando termine salí envuelta en una toalla y me sorprendí al ver la cama tendida y una ropa perfectamente acomodada lista para usar, en verdad me preocupaba la actitud perfeccionista de este chico, cuando termine de cambiarme sali al pasillo y me encontré a Ernesto al lado de la puerta me quede mirándolo un momento

-me estás empezando a preocupar que quieres?— le dije sin dejar de mirarlo
-tengo ordenes de que tengo que prepararla para esta noche— dice de la manera más sencilla del mundo
-a si?, y que hay esta noche?— dije entrecerrando los ojos
-la familia real tiene visitas, estarán celebrando el regreso del príncipe Dereck - dijo haciéndome una señal con la mano para que empiece a caminar -la dejaré un rato sola mientras yo busco su atuendo para esta noche, usted no se tiene que preocupar por nada— termino de de ir justo cuando llegamos al comedor me abrió la puerta y antes de irse me dijo - buena suerte señorita morgado— al principio no lo entendí, pero luego comprendí a que se refería, el sabía que no pertenecía aquí, que es difícil acoplarme a esta situación en la cual otros decidan por mi hasta el más mínimo detalle, el sabe que me siento incómoda y quizás solo quizás el en el fondo sabía exactamente como me sentía.

Después de desayunar me senté en el mueble a esperar a Ernesto, estuve esperando aproximadamente media hora pero me cansé y decidí dar un paseo por el castillo. Sin duda no pertenecía aquí, el gran pasillo que estaba a mis espalda me dio curiosidad así que sin más fui para allá.

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