Ninguno de nuestros compañeros,
sospechó nunca.
Habían 3 metros entre nuestros dos pupitres.
Uno, era mi incapacidad de ser claro
Dos, era el miedo que le tenía a los compromisos,
Tres, lo mucho que te amaba y lo poco que me he atrevido.
Ninguno de nuestros compañeros,
sospechó nunca.
Habían 3 metros entre nuestros dos pupitres.
Uno, era mi incapacidad de ser claro
Dos, era el miedo que le tenía a los compromisos,
Tres, lo mucho que te amaba y lo poco que me he atrevido.