Un sueño ladrón L.T.

¿No puedo ser el mismo?

 Pero tú solo obtienes la mitad de la historia.
El dinero, los carros, y la gloria.
Soy justo como tú, incluso mis problemas parecen nada comparados con los tuyos.
Sí, me siento del mismo modo como tú te sentirías: el mismo estrés, la misma mierda porque pasar.
¿No puedo ser el mismo?
Me digo a mí mismo que ya basta de juegos macabros pero entonces me entumezco tanto con la risa, que me olvido del dolor.
Everything is great, everything is fucking great.
Debería estar riendo, pero hay algo mal.
- Fragmentos de canciones de Louis Tomlinson. 

 A tan sólo poco para la entrada de la medianoche, miles de corazones están por cumplir su sueño, están por conocer un gran acontecimiento y están por sentir la magia del espectáculo. Cada vez menos para sentir a la felicidad más allá de lo común. Los Ángeles explota con la música de una banda de cinco jóvenes conocida en todo el mundo, con aquellas melodías que son consideradas únicas para esos corazones.

 Un vídeo de ellos, de sus recuerdos es reproducida dando inicio al concierto a través de gigantescas pantallas acelerando los latidos, poniendo la piel de gallina y encendiendo con intensidad la adrenalina de todos ellos. Lágrimas comienzan a caer y los cuerpos se levantan expectantes. Es tiempo, es el momento.

 De a poco van apareciendo acompañados con su música, con un ritmo en formato instrumental dando una sensación más emocionante y encendiendo todavía más a la adrenalina.  Liam aparece dando saltos, luego Niall sonriendo al público, seguidamente de Harry y Zayn encontrándose abrazados; todos ellos mostrándose eufóricos, compartiendo el sentimiento con sus fans aunque falta algo o mejor dicho alguien y eso deja en desconcierto a los corazones brillantes.  

 El aire se vuelve pesado en el ambiente pero se siente peor mientras sube al escenario, el aullido intenso golpea sus oídos y la emoción corre por sus venas. Un solo paso le queda a Louis para salir y darlo todo, un solo paso para conocer a esos corazones tan dedicados y estruendosos, solo uno, para acompañar a sus amigos. Y él lo hace, claro que lo hace, sale sonriendo recibiendo una intensa luz que lo ciega por un momento pero no lo detiene, en cambio, abraza a su cuerpo al igual que el calor del ambiente. Sus ojos captan la maravilla y sus oídos escuchan la felicidad de millones. Además, queda cautivado por la intensa belleza del proyecto creado por todos ellos que bailan y saltan eufóricos. Ahí está, Louis, de pie frente a miles de personas realizando su trabajo que en un momento fue un sueño, cumpliendo el deseo de esos corazones ardientes, sintiendo en otra noche más lo que creía imposible junto con sus cuatros mejores amigos.

 La guitarra gruñe encendiendo a la alegría en fuertes gritos. Los segundos pasan y se convierten en minutos al igual que las canciones. Louis se detiene en la pasarela y canta su parte, su letra: - Seguimos cometiendo los mismos errores, seguimos sin hablar. Son tantas las palabras, son tantas las canciones. Necesito que me ayudes a no caer, necesito verte otra vez. Ahora mi corazón se rompe y no sé qué hacer.

 Cierra los ojos por un momento y recae en su mundo, en uno donde lo condena a una intensa tortura. Siente a su corazón latir estruendosamente en su pecho y sus manos tiemblan al recordar ese mal sueño. Ahí, está de vuelta, aquel hombre de mirada cruel apuntándolo con el dedo, acusándolo de la decadencia de la banda por tan sólo querer salir agarrado de la mano de la persona que ama, por querer ser y actuar como los demás.

Su sonrisa deja ver un engaño, una trampa en la que él cayó tan ingenuamente, en una promesa infinita, alegre y simple. Ahí está, aquello girando a su alrededor, soltando burlonas carcajadas. Ahí, se encuentra la bestia que le prometió un hermoso sueño. Ahí, está el culpable que destruyó sus esperanzas y deseos, el responsable de quitarle lo que más ama y el que arrebató su libertad sin dudarlo.