Mi error fue castigarte.

.capítulo 1.

Lola

Me encontraba jugando en la vereda con Stitch el perrito de mi hermano mayor, hasta que en un  descuido suelto su correa y este sale corriendo a la calle, para mí desgracia venía un camión.
Estaba segada por el miedo que no pude reaccionar, permitiendo, inconscientemente que Stitch fuera arrollado y que muriera al instante.

Los vecinos, al oír el golpe y los gritos de dolor del cachorro, salieron a mirar arrepintiendose de salir al instante de ver el cuerpo del pequeño animalito, completamente aplastado y con sus partes completamente fuera de lugar.

Lola: Gonzalo!!

Gon: Qué! Qué fue ese ruido!- el muchacho salió enojado por el hecho de haber interrumpido su siesta.
Ese enojo me multiplicó al ver a su amiguito sin vida, debajo de la enorme rueda del camión.

Vecino: Era de usted?

Gon:si, lo podría tirar a la basura? Es que me da impresión.

Vecino: Lo lamento, no se preocupe yo me encargo.

Gon: Gracias. Lola entra a la casa.

Lola: No.

Gon:dije que entres! -grito enojado. Los padres de los hermanos Carrizos habían muerto cuando ella tenía 4 años y el 9, ellos se quedaron con sus abuelos.
El se volvió un chico rebelde, gruñón, con mucha maldad y deseo de venganza, siempre culpo a todo aquel que se le cruzaba en su camino de la muerte de sus padre, en toda escuela lo expulsaban por agredir a sus compañeros. Término la primaria, pero no quiso seguir.

El cumpleaños de su hermana, esa fecha era la que odiaba ya que sus padres murieron justo ese día, cuando iban por el regalo de su Lola. Odiaba que lo celebrarán como si nada horrible haya pasado esa fecha, odiaba a la gente que la saludaba, la odiaba a ella.

Cuando esté cumplió 18 mato a sus abuelos, enterró los cuerpos en su jardín y dijo a los vecinos que le preguntaban por sus ausencias que estaban de viaje.
Había perdido la cabeza. Por cada travesura que hiciera su hermana menor la castigaba, pero no era un castigo normal, sin teléfono, sin televisión o sin salir, la dejaba sin comer, dormir o tomar agua por días, semanas hasta meces, esa era la razón por la que Lola era extremadamente flaca, no iba a la escuela ya que su hermano no lo permitía. La golpeaba hasta dejarla inconsciente y llena de moretones.
Pero aún con todo ese sufrimiento, la pequeña Lolita con sus 16 años no perdía las esperanzas, creía que sus padres y abuelos la salvarían del monstruo que tiene como hermano, desde donde sea que estén.

Lola: No me hagas nada, por favor. Fue un accidente no lo hice a propósito! -suplico de rodillas, cubriendo el rostro-

Gon: Claro que lo hiciste a propósito! Eres una maldita! -le pega una patada en la panza, el movimiento que hizo la niña para cubrirse dejo su cara al descubierto, permitiendo que su hermano le pegara unas cuantas cachetadas-

Lola: detente! Dijiste que hoy no me pegarías!

Gon: Escucha..-la toma del cabello- tenés bien claro que me vale vergas tu estúpido cumpleaños! -la arrastró hasta su habitación, la tiró y le puso una almohada en la cara- esto, es para que aprendas a no tocar más mis cosas! -y siguió asiendo fuerza ignorando los gritos ahogados de su hermana.
Siguió así un buen rato, entro en una especie de resumen de todos los momentos con su pequeño amigo al que quería mucho, dejando caer algunas lágrimas.
Salio por si solo de sus pensamientos al ver que su hermana no se movía más- Lola! Deja de actuar.! -saco la almohada y su hermana estaba con sus ojitos abierto, sin ninguna expresión, sin ninguna señal de vida- Hermanita? -le toca el pulso- No, nonono, -llora- perdón! No quería matarte. Perdóname! -se seca las lágrimas- nadie te puede ver!  -salio corriendo hasta el jardín, donde cabo un pozo. Cuando lo termino cargo a su hermana hasta allí, la tiró y la cubrió de tierra- pudrete! -dicho esto, escupió la pequeña tumba de su hermana  se fué.

#MEFC

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Gracias por leer.