quatro

42 5 0
                                    

Y ahí me encontraba, en la terraza de la escuela.

No tenía una idea de por qué estaba ahí, normalmente cuando toca el timbre del receso, guardo silenciosamente mis cosas y salgo entre los últimos y últimas del salón.

Sí, la vista será linda y todo eso, pero no me gustaba este lugar. Demonios, le tenía miedo a las alturas, y justo se me viene a ocurrir el venir a la terraza del edificio, con una caída de tres pisos.

Odiaba este lugar, pero no iba a volver adentro. Al otro lado de la puerta con acceso al interior estaban los pasillos, y por ahí pasaban, sepan disculpar la expresión, el grupo de imbéciles de la escuela. O como yo los llamo: Los Rabiosos.

Con "Rabiosos" ne refería a tres personas: Lee Jooheon, Jeon Wonwoo y Im Jae-beom. Unos brabucones descerebrados que se creían los Reyes del Instituto.

Y si, como no, tenían una extraña manía conmigo, pues me molestan a cada ocasión que se les encuentre. Lo que me faltaba.

Normalmente, cuando se terminaban las clases, se irían directamente a su contraturno de rugby (que, a mi parecer, es un deporte extremada e innecesariamente violento. Aunque siendo sincero, esa definición encajaba con esos tres a la perfección), y yo podría esperar un poco para asegurarse de que no anden por ahí, y volver tranquilo a la casa. Cuando los contraturnos se suspendían, era suficiente con encerrarse en un cubículo de baños, resolver mi tarea (viniendo a ser unos 20 minutos sentado en ese lugar) para evitarlos, guardar mis cosas e ir a la casa.

Bueno, hoy pareciera que estaban más molestos de lo normal. Tal vez porque un partido importante se había cancelado debido a la lluvia, o tal vez porque durante la hora del almuerzo un estudiante le tiró accidentalmente algo de su sopa de zapallo a Jooheon, o porque éste se enteró de que reprobó tres materias este semestre, o porque la novia de Jooheon cortó con él (si aún no queda claro, Jooheon es el idiota "jefe" entre ellos tres. Los otros dos no lo siguen "ciegamente" como se esperaría, pero él es el más violento, y tal vez por eso, respetado); como sea, los tres parecían perros rabiosos (já) buscando un hueso para roer.

Yo no soy estúpido. Sé que quieren venir a por mí y molerme vivo. Y por eso estoy aquí, en esta estúpida terraza, en esta estúpida escuela con tres jodidos y estúpidos pisos de altura (si, hoy no es mi mejor día tampoco) aguantando la respiración mientras escucho algunos pasos provenientes de adentro. No sé si son ellos, pero ni por una mierda me voy a arriesgar a averiguarlo.

Trato de calmarme, me repito que hay una posibilidad de que no sean ellos los que están caminando por ahí, y que en realidad no estén ni cerca de la terraza, y yo aquí como paranoico.

Igual no me iba a arriesgar, ¿Sabes? Es decir, no es que aprecie mi vida, pero no me gusta ser golpeado, así que...

Como sea, me siento a un lado del borde de cemento que me separa a mí de la caída libre para que así no tenga que ver la vista, todo esto a un costado del lugar donde estaba la puerta, para no ser visto.

No me gusta lo que escucho. Hay pasos acercándose. ¿...Dos personas? Es difícil decir, son muy sutiles, pero diría que van rápido. No puedo saber si es están acercando o alejando, así que sólo espero.

Escucho un fuerte portazo. Sonó bastante cerca. ¿Habrá sido el salón de música? ¿Me estarán buscando ahí? Si es así, se están acercando. Creo... que tengo que irme de aquí. Si tengo cuidado puedo escabullirme hasta la sala secundaria de los profesores, debe estar vacía ahora. 

Tengo miedo, no voy a mentir. No quiero que me molesten. Quiero irme. Tengo que irme. Un día de paz es todo lo que pido. Uno.

Vamos, Hoseok. Si no sales ahora seguramente te encontrarán. Se están acercando, así que es ahora o nunca.

Me agacho al lado de la puerta hacia el interior y la abro un poco. Me quedo quieto. Escucho. Hay un silencio total, y eso no es buena señal. Significa que también me están tratando de escuchar a mí, entonces no me puedo ir aún. Por una mierda, lo que faltaba.

Mientras me mantengo en quietud me pongo a pensar. Todo esto me molesta tanto. ¿Por qué no pueden dejar a un estudiante vivir en paz? Nunca les hice nada a los hijos de puta. Ni siquiera los miro. ¿Tanto les divierte hacer el jueguito de las escondidas conmigo? No lo entiendo. ¿No estamos un poco grandes para estas cosas? ¿Por qué les gusta herir a la gente? ¿Por reputación? ¿Fama? ¿Respeto? ¿Sentirse bien consigo mismos? Los odio. Los odio, los odio, los odio.

Estoy hirviendo del coraje. Hay un pelo separándome de salir gritando y decirles unas cuantas verdades a esos perdedores. Quiero hacerlo. De la nada, escucho un fuerte sonido, como una caída - bastante dolorosa -, pero se escucha lejos. Por un segundo hay una gran tensión en el aire, pero casi enseguida escucho unos murmullos muy cerca.

Son muy bajos pero creo que se están preguntando qué fue eso. Si no me equivoco son Jae-beom y Jooheon. Quien identifico como Jae-beom dice "Seguro fue Wonwoo. Deberíamos ir a ver." Y luego escucho un gruñido de frustración, supongo que de Jooheon. 

Me he ganado la lotería. Escucho como se van. Suelto el aire que no sabía que estaba conteniendo y cuando los escucho lo suficientemente lejos me atrevo a abrir más la puerta. Me escabullo sigilosamente y la cierro con mucho cuidado ya que es una puerta metálica y vieja. Bajo los escalones y me voy rápido por el pasillo a mi derecha. Casi al final del mismo está la sala de profesores. Bingo.

Entro rápido pero al instante me quedo estático en mi lugar. Cruzo miradas con una mujer sentada leyendo en un escritorio bien a la esquina. Es la profesora de Artes y Contexto, Choi Ji-Woo, quien me mira con confusión. Y con razón. ¿Cómo le explico qué hago aquí? ¿Que unos idiotas me persiguen en esta tan llamada escuela perfecta y me estoy escondiendo para que no me molesten ni me golpeen, como casi todos los días? Ugh, encima me cae bien, no le puedo hacer eso. Conociendo al supervisor, creo que si ella se mete sólo estará en problemas. Después de no más de 4 segundos de incómodo silencio ambos reaccionamos, yo retrocedo hacia la puerta y antes de que ella pueda preguntarme nada murmuro una disculpa y me voy.

Bueno, ¿a dónde vamos ahora? No me quedan muchas opciones. Vamos Hoseok, piensa. ¿El área de los clubes? Aún no pasaron por ahí, que yo sepa. Aunque realmente no sé dónde están, les perdí el rastro. Tal vez estén volviendo así que tengo que ser sigiloso. Me apoyo contra una columna. ¿El salón de actos? Puede ser. Hay un conducto de pasillos por atrás que creo que dan con la secretaría. Pero en Secretaría debe haber gente. Bueno, a lo mejor puedo llegar a algún otro lugar o hacer una excusa de por qué terminé ahí. Por ahora, es mi mejor opción. Me dirijo hasta allá.

Como desearía desaparecer ahora mismo.

Como desearía desaparecer ahora mismo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jul 21, 2019 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Scars [yoonseok]Where stories live. Discover now