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— Te digo por cuarta vez que estaba demasiado dormido y no me di cuenta cuando se fueron.- Dijo Finn enojado al teléfono.

En realidad no tenía que estar enojado ya que él fue el que nunca llegó al aeropuerto. Ahora se encontraba en una estación de autobuses con su boleto en manos.

— ¿Y ahora qué harás? Te recuerdo que este concierto en Edmonton es importante para nosotros y ya no hay vuelos hacia acá.- Dijo Jack algo estresado.

— Tu tranquilo, yo ya voy para allá, les marcaré para que pasen por mi a la central de autobuses.- Puso sus ojos en blancos y colgó.

Finn no estaba en sus días más felices por lo tanto se desesperaba demasiado. Todo lo que llevaba una maleta negra, sus audífonos y su celular en mano. A un chico de 15 años que su banda se fue sin él, no había vuelos disponibles a donde iría, todo un día de locos.

" Pasajeros de el autobús 15 en camino a Edmonton, favor de abordar el autobús"

Esas palabras bastaron para que Finn fuera a una tienda de alimentos que estaba a lado suyo, compro dos sandwiches, un refresco y con varias chucherias, las metió entre su enorme abrigo café que tenía bolsas por dentro. Antes de salir de aquel establecimiento con aclimatación abrió su paraguas rojo intenso y salió, eran las nueve de la mañana en Vancouver y ya había comenzado a llover.

— Buenos días.- Dijo el maletero tomando la maleta de Finn.

Esté solo sonrió, después de ver dónde fue colocada su maleta se formó en aquella fila donde todos los pasajeros iban a subir, vio el autobús y era uno de dos pisos. Después de que ocho personas pasarán era su turno.

— Siguiente.- Hablo chico de los boletos, Finn extendió su mano y le entregó su boleto.– El asiento A-13 está en el primer piso, es el último de la fila de el lado izquierdo, vienen marcados como sea.- Le indico entregando de nuevo su boleto de nuevo.

El ruloso cerro aquel paraguas que llamaba mucho la atención con ese color intenso, la había comprado hace unos días ya que hace dos meses empezó a ver la serie "como conocí a tu madre" y por alguna razón ese paraguas sentía que lo relacionaba aunque no fuera amarillo. Subió a él autobús, varias personas lo miraban pero no decían nada, el era conocido en Vancouver y en muchos lugares ya que por favor ¡Era Finn Wolfhard!.

Pasó por los asientos hasta el final y vio el suyo  A-13 pero a su lado de el lado de la ventana había una chica sentada, su cabello negro azabache caía por toda su espalda, tenía una silueta delgada con tez pálida, tenis su cabello un poco desordenado, tal vez era por la lluvia. Finn tomó asiento y ella volteo, de inmediato la cara de la chica fue de gran asombro.

— ¡Oh no puede ser! ¡Eres Finn Wolfhard! ¡Oh no puede ser!¡Eres fantástico!.- Decía con demasiada emoción pero en cierta parte parecía fingida.

— Ehh...- Finn sonaba realmente incómodo.

— ¿Puedo tomarme una foto contigo? De verdad eres magnífico.- Decía ella pero ahora con menos emoción en su voz y más sarcasmo.

— ¿En serio?.- Pregunto Finn con una sonrisa nerviosa.

— En realidad no.- Soltó de golpe y le dio la espalda nuevamente.

Y esa era Olivia Hamilton, la chica de ojos color avellana que compartiría asiento con Finn Wolfhard. Pero no saben la realidad de ella.

— Pero acabas de decir que soy fantástico.- habló Finn con un tono de voz dudosa.

Ella volteo y ahora con su peluche de oso grande en brazos. Ella no aparentaba más de 16 años de edad, tenía unos cachetes algo grandes y tiernos que todos querían tocarlos, incluso Finn.

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⏰ Última actualización: Nov 23, 2018 ⏰

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A-13 ; Finn WolfhardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora