El email

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Sonia se deja caer sin ninguna contemplación en su silla, mientras observa que su jefe viene por el pasillo.

Ese hombre la tenia loca como una cabra, suspiró una, otra y otra vez hasta que sintió que ya no habían más suspiros en su pecho.

Sus compañeras de trabajo ajustaron sus faldas pero no lo normal... no, las muy desgraciadas se las subieron más y cruzaron una pierna, mientras ensanchaban sus sonrisas y aleteaban las pestañas. Puso los ojos en blanco y mordió su lápiz de madera... había tanta competencia en esa área... salvo su amiga Jen, ella no veía atractivo a Jonas, no, ella lo detestaba y no por su físico. No, era por que Jonas en un inicio la confundió con un joven ya que ella no tenía los atributos de una mujer bien pronunciados, era literal una tabla por delante y por detrás y para rematar usaba el cabello demasiado corto... aunque ella sospechaba que lo hacía para esconderse en la armadura que erigió... alguien que no le importaba la opinión de nadie... salvo Jonas que su gran error le costó miradas asesinas y malos comentarios de parte de Jen.

Siente un piquete en la piel, desvia la mirada y ve los trozos de papel hechos pelota... entrecierra los ojos y mira a Jen que está bombardeando con bolas de papel.

—¿estás loca?—susurró, ella en respuesta se encoge de hombros.

— Parecen pendejas babeando por ese tipo, no se que le ven. Es un hombre normal... común diría yo.

Enarca una ceja por que Jonas podría ser todo menos común.

Era alguien impecable su traje siempre a juego con la corbata y la camisa. Su cabello bien peinado. Sus zapatos relucientes y sospechaba que debajo de ese traje había un cuerpazo.

— Puedo darte muchas razones de porque babeo por él — Jen, le lanza una mirada asesina y observa la pantalla de su computador.

—Escribelas si quieres pero te aseguro que una a una es una total porqueria.

Sintió rabia por su comentario, se dedico a revisar unos balances y cuando ha terminado, mira de reojo a Jen, ella está ceñuda.

Sonrió  y se dice a si misma que la sacara de sus casillas.

Para:jrodriguez
De: smadrigal
Asunto: Razones por las que quiero llevar a la cama a Jonas.

1. Tiene una boca sensual, en mis noches sueño con que recorre mi cuerpo con ella y me vuelve loca con sus besos.

2. Tiene manos y pies grandes, existe una teoría que así es el juguete, aún no lo he comprobado pero con esos dos metros debe estar muy bien dotado.

3. Tengo la sospecha de que no dura sólo cinco minutos, lo mínimo debe ser una hora y con los asnos que he estado sólo piensan en su placer y a mi que me parta un rayo.

4. Llevó seis meses sin sexo así que sabrás que su mirada caliente me hace desear perder el celibato pero él se resiste... no sabe que existo.

5. Lo principal es que estoy enamorada de ese hombre y con una noche en sus brazos me bastaría... mentira, me volvería en su esclava sexual Jajaja — le doy enviar y de reojo miró a Jen, se que explotará de rabia, lo odiaba y el que haya escrito que lo amaba la haría explotar porque ella alegaba que para Jonas las mujeres no significaban nada.

Pasaron los minutos y Jen no daba señal de haber leído aún su correo, imaginó  que estaba molesta y lo ignoraba a propósito.

Se dedico a enviar los balances y a contestar las preguntas que le hacían acerca de lo enviado.

Ya casi al final del día se sentía exhausta y echo su cabeza hacia atrás, necesitaba un masaje. Jen seguía concentrada en su computador así que decidio que no le diría nada. Era su problema si la quería ignorar.

Historias cortas de amor y algo masDonde viven las historias. Descúbrelo ahora