Estábamos en un bar, sentados en la barra. Roger bebía una cerveza, mientras yo sujetaba mi Pepsi. De fondo sonaba un tema de The Kinks.
-Quise ir a vuestra actuación en el Rainbow el año pasado, pero tenia que atender la tienda...
-Lástima, porque fue un gran concierto.
-Lo sé, los periódicos lo afirmaban...
De repente, dos muchachas jóvenes, quizá adolescentes, se acercaron a Roger. Le pidieron un autógrafo, eufóricas, le lanzaron piropos por doquier y al final se marcharon, gritando.
-Estas muchachas... No sé por qué gritan tanto - bebió de su botellín y rió.
-Porque eres Roger Taylor, el atractivo batería de Queen.
Sonrojó.
-¿D-de veras crees que soy atractivo?
-Por supuesto. Muy muy atractivo.
-Pero... si dicen que parezco una tia y...
-No es así. Yo diría que eres un muñequito - enternecí - con esa piel blanquita, esa boquita rosa, y esos grandes ojos azules, acogidos por esos mechones rubios tan brillantes... - suspiré - Demonios, ¿cómo no vas a gustar a las chicas? - Murmuré.
-Oh... C-christine... - Roger estaba muy rojo, y mantenía una sonrisa muy dulce. - A mi tampoco me extraña que tú le gustes a los chicos...
-¿A qué te refieres?
-Pues que por ejemplo a John le gustas...
Traté de disimular mis nervios. ¡Las manos me empezaron a temblar!
-¿A-a-ah s-si?
-Claro. Aunque está casado, y no debería andar detrás de otra mujer que no sea su esposa, pero le comprendo - pegó otro trago a su cerveza.
-Pero... si yo... no tengo nada con lo que atraer.
Roger rió.
-Tienes unos ojos celestes preciosos, una sonrisa que enamora, y tu pelo cobrizo nos atonta. Y tu cuerpo... ni te cuento - me miraba de arriba a abajo. - Y para culminar, tienes un corazón enorme.
Roger, a simple vista, se le podía tachar de insensible y bruto. Pero claro que él no era así.
-No soy para tanto - insistí.
-Si no fueras para tanto, yo no estaría aquí, tratando de volver a conquistarte.
"Me tienes conquistada desde hace más de 10 años" pensé.
-Oye... ¿esa de allí no es Caroline?
Me giré para verla.
-Si... ¡y viene con Brian!
-Oh Brian Brian... - sonrió pícaramente.
Roger los llamó la atención y se acercaron.
-¡Buenas, parejita! - Roger los saludó, y dio una palmada en la espalda a Brian. Miré a Caroline, quien tenia una sonrisa de oreja a oreja.
-Buenas, chicos - sonrió Brian.
Ambos pidieron un zumo de naranja.
-¿Qué tal os va la tarde, tórtolos? - Roger bebió una vez más de su cerveza.
-N-no somos pareja... - Brian se puso colorado.
-Claro, por eso tienes tu mano en su cintura - dijo, señalando con el botellín. Todos miramos a la cintura de Caroline.
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Dame una buena guitarra.
RomanceChristine y Roger tienen un encuentro muy emotivo. Ella es una dependiente y dueña de una tienda de ropa. Él es un apuesto rockero, batería de la gran banda Queen. Tras 10 años sin verse, compartirán mejores momentos de los que tuvieron en su niñez...