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Hace mucho tiempo que no estoy con mis padres, no es porque no quiera, fallecieron cuando aún era una niña, en una fuerte inundación debido al deshielo, vivíamos en Miami, Florida, las condiciones de vida eran sin dudarlo mucho mejor que las de ahora por lo que puedo recordar; aunque hay quienes dicen que ya para el año de mi nacimiento las condiciones de vida eran bastantes caóticas, sin embargo yo, no he conocido otras condiciones de vida si no estas, donde cada día te cuesta más respirar.

Miami fue uno de los tantos lugares que desaparecieron a causa del derretimiento de los glaciales, los cuales solo he visto por fotos; Nací allí, un lugar que no recuerdo mucho, solo algunas ligeras imágenes que a veces se cruzan por mi cabeza, pero mis padres (por lo que decían sus documentos) eran de Inglaterra, otro lugar que no resistió a las inundaciones.

Hoy en día me resulta imposible creer que existieron montañas de hielo tan enormes, incluso, que llegara a caer hielo del cielo. Se dice que antes de que la tierra se viera tan afectada por el deshielo se trataron de tomar medidas, pero muy pocas personas trabajaron para prevenir tal catástrofe.

Tampoco es que estemos preparados para una situación de estas en la actualidad, como inundaciones o que caiga hielo del cielo, los estudios relatan que anteriormente las personas cubrían todo su cuerpo cuando caiga hielo del cielo, porque de lo contrario sus cuerpos se helaban. La luz del sol nos calienta con tal facilidad ahora, que si solo nos echáramos encima alguno de los trajes que solían llevar para cubrirse del frío nos cocinaríamos inmediatamente.

Hoy en día no estamos preparados para muchas cosas de las que se pudo estar preparado en el pasado, especies han desaparecido, se dice que las mascotas robots un día fueron como nosotros, sangre corría por sus venas y debajo de sus pieles habían huesos. Ahora solo existen formalmente animales marinos, que muy poco solemos ver, ya que la ciudad está alejada de las costas, y otra especie de bestia de la que se tiene registro gracias a los estudios que se han hecho adentrándose en las afuera de la ciudad, su aspecto es tenebroso, la forma de su cara es casi cuadrada, sin hablar del hocico que poseen que es completamente rectangular. Algunos dientes sobresalen de él, y se les ve siempre con un líquido blanco que escurre su boca, sus ojos son plenamente negros, y sus dos patas delanteras más grandes que sus dos patas traseras, el pelaje es escaso en su piel marrón, les llaman Perbozos, y todo lo que sabemos de ellos es lo que dicen en las noticias.

Conseguirse hoy con otra especie de animales, es un fenómeno admirable, puedes ganar premios, ser visitados por canales de televisión por tan maravilloso espectáculo, e incluso, asegurar tu futuro. Toparse con un animal hoy día y ganarse la lotería.

Recuerdo aquella mujer mayor, cuanto se alegró de ver un pequeño animal que bajaba frustrado de uno de los arboles artificiales cerca de las fronteras de la ciudad, se abalanzó sobre él para cogerlo, pero el animal siendo más ágil mordió su mano, no dándole tiempo a ella de activar en su muñeca su sistema antivirus ocasionándole una muerte instantánea. Ha sido uno de los tantos casos que han existido, de quienes se arriesgan por asegurar por su vida, y terminan perdiéndola.

Así es la nuestra existencia, si, existimos, no vivimos, porque ya la vida tiene una condición muy baja.

A raíz de la pérdida de mis padres, me tocó vivir en un gran centro de acogida, aunque a las afuera de la ciudad, y con muy pocos lujos, muchos habían perdido sus familias como yo, éramos de distintas edades, pero aparte del poco oxigeno que teníamos solo se podía respirar tristeza en aquel lugar, algunos escapaban, no creo que ninguno haya podido sobrevivir, otros caían en demencia, y solo se les apartaba hasta que morían. Desde que tengo 17 años he vivido sola, un hombre que trabajaba en el centro de acogida me ayudo a conseguir un trabajo a cambio de entregarle a él el 50% de mi paga mensual, lo cual acepte, salir de aquella pocilga me era necesario, o viviría toda mi vida como una loca indigente.

Quizás Aisha no se dé cuenta que ya es alguien para el mundo, yo si siento que lo soy, y sé que la tierra lo nota. Soy una persona más que absorbe su oxígeno, y aunque no soy responsable por todo lo que le hicieron absorbo todas sus consecuencias, sin hacer nada para cambiarlo.

Las personas creen ser alguien para el resto cuando avanzan en sus aspiraciones, eso es lo que se han esforzado en destacar esta sociedad. Pero la verdad es que al nacer ya somos alguien para el mundo, cuando no hacemos nada para cambiar estas circunstancias en las que vivimos nos convertimos en un granito más para su rostro, una cana más para su cabello, una arruga más para su cuello. ¿Qué hacemos hoy para obtener recompensa mañana?.


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⏰ Última actualización: Jul 26, 2018 ⏰

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