¿Pesadilla 4?

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Kenny tuvo la jornada laboral mas espeluznante de todas.

Sentía la mirada de Leo en su nuca, todo el tiempo.

Era imposible.

Aunque intentará imaginar que nada pasaba, sabía lo que había hecho, y no se arrepentía, pero...
No entendía.

Es decir, no hay mucho que entender...
O esta alucinando.
O Leo no puede morir.

Si Leo no puede morir, él... puede matarlo cuantas veces quiera, y repetir, y repetir, y volver a hacerlo.

Una y otra vez...

Eso... ¡No suena nada mal! Dios debe estar de su lado, de su maniático lado.


Llegó del trabajo, escuchando el aceite friendo, seguramente la comida de ese día, sin embargo, eso no le importaba. Tenía una sonrisa grabada en su rostro, quizá muy macabra.

"Butty~" — Llamó Kenneth, entrando a la cocina. Efectivamente él estaba ahí.

No le dio tiempo alguno a reaccionar, empujando su cabeza a la sarten de aceite hirviendo.
El chillido de Leo fue suficiente para que el calor de la primera vez que lo mató volviese.

Tomó su cuerpo, tirándolo contra la pared de la cocina, pegando su piel quemada y derretida a los azulejos. 

Kenny no podía entender los balbuceos de Leo al llorar, al sentir el dolor. 

Tomó el asa de la sarten, tirando lo que quedaba del aceite en su cuerpo, los gritos hacían la sonrisa de Kenny crecer.

La piel, deshaciéndose, quemada. Los músculos ahora mas visibles, y el adolorido chillido final de Leo.

Tomó su cuerpo, aún caliente, y arrancó de un tirón parte de su interior, manchando sus manos de su sangre. 

Una y otra vez...

Y cuando sus manos habían quedado completamente rojas, embadurno la pared con ellas, manchando todo con un rojizo color.

Esa noche ni el hambre llegó a él, y simplemente se fue a dormir.

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⏰ Última actualización: Jul 26, 2018 ⏰

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