Prólogo

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-No... No... ¡NO, NO ME DEJEN! ¡POR FAVOR NO ME DEJEN LES RUEGO QUE NO LO HAGAN! - Gritaba y lloraba desconsolada la pequeña niña estaba teniendo un ataque el aire dejó de entrar en sus pulmones y un terrible dolor en el pecho la dejó sin habla como si la estuvieran asfixiando con el poco aire que le quedaba de estos estiró su mano tratando de llegar a hasta sus padres sintiendo dolores desgarradores al hacer pequeños movimientos.

Se desesperó cuando vio que sus padres no hacían ni un mínimo movimiento, estos colgaban de los asientos delanteros, sostenidos solo por los cinturones de seguridad, sujeto con una mano el cinturón que la sostenía como si su ida dependiera de eso, se estiró más tratando de tocarlos, pero seguía sin llegar, miró para todos lados desesperada sin saber que hacer, miró su sinturon y decidida llevó su mano hasta el seguro de este y se soltó.

Cayó sobre el techo de prepo, pegando un grito de dolor al sentir el como cada parte de su cuerpo empezaba a temblar por el dolor que se intensificaba cada vez más y más haciéndola gritar y llorar cada vez peor. Los vidrios rotos de las ventanas se hundían es sus rodillas, canillas y ante brazos.

"tengo que salir de acá" pensó en medio de su desesperación y dolor lo primero que se le vino a la mente fue la ventana frente a ella se arrastro gimiendo y gritando hasta esta, trato de sacar con sus manos los pedazo que quedaban en la ventana cortandose estas, pero no le importo, cuando sintió que era suficientemente se arrastró fuera del auto dado vuelta aun costado de la carretera intento levantarse pero le era imposible sus piernas y el resto del cuerpo no soportaban más a penas pudo salir de aquel lugar, le dolía demasiado el cuerpo.

Giro su cabeza mirando a sus padres, sus lagrimas no paraban de salir tampoco las contuvo. No podía dejar de pensar como llegó a ese estado como había ocurrido todo eso. Su vista se iba nublando cada vez más sentía que se iba. Musito un pequeño "gracias" a sus padres. Giro su cabeza mirando el cielo despejado y cerró sus ojos. Sus preocupaciones y el dolor se empezaron a ir, recuerdos felices de ella y sus seres queridos le llegaron a su cabeza y sonrió por última vez cayendo en un sueño esperando no despertar.

La vida es como una caja de sorpresas, siempre te da cosas inesperada, puede ser algo bueno como la felicidad, o la infelicidad. Puede darte lo que más deseas en el mundo, pero también puede sacartelo. Esta cuando quiere te puede dar una apuñalada en la espalda. O darte un abrazo. No puedes confiar en esta nunca.

La vida está vez la apuñaló dándole a la pequeña donde más le dolía.

Pero como si se arrepintiera la volvió a abrazar.

Dándole 8 idiotas como hermanos; Ares, Ryan, Tyler, Adrik, Ethan, Gian, Jayden y Aiden.

Está vez esperemos que no la vuelva a apuñalar.







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Hola, esta es mi segunda novela, la estoy volviendo a escribir, ya que tuve unos pequeños problemas editando (se me borro caps F), aunque falta editar demasiado estoy tratando de hacerlo más rápido que puedo.

Mis 8 hermanos y yo [PAUSADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora