PARTE ÚNICA

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Son las ocho de la mañana cuando Tony entra al elevador para ir directo a su oficina. Hay unas cuantas personas dentro que no puede reconocer, no es que se preocupe por no saber sus nombres, los rostros de las personas dejan muy en claro que no lo piensan decir. 

Tony se remueve incómodo y mira el fino reloj en su muñeca más de lo que es necesario. Cuando el elevador se para y un botón se ilumina, el castaño sabe que ha llegado a su destino. Rápidamente sale del elevador para entrar a su muy ordenada oficina, sabe que Happy, el chico de limpieza, hace su mejor esfuerzo para que el edificio luzca impecable. Cuando el aroma a lavandas, sube por su nariz Tony hace una nota mental de comprarle algo a Happy.

La mañana pasa lenta, tiene muchísimo trabajo y justo hoy la copiadora dejo de funcionar. Tony puede gritar de coraje. Deja los papeles a un lado y decide ir por un vaso de agua y tal vez un bocadillo; al llegar al área de comida ve a uno de los trabajadores de la empresa frente al garrafón de agua. El castaño decide esperar pacientemente su turno, con su vaso de cartón en mano se forma detrás del robusto hombre. Media hora y 34 vasos después el joven deja el garrafón libre. Tony puede gritar de coraje, otra vez.

Regresa a su oficina, molesto y muy sediento, viene soltando un par de maldiciones pero cuando se deja caer en la silla y sus ojos se posan en la notita amarilla que está pegada a su escritorio, no puede evitar sonreír.

"Yo te amé primero"

Solo esas palabras, escritas con una simpática letra, Tony despega un poco el postick, para después llevarlo a sus labios y depositar un beso, lo vuelve a pegar y decide que ya nada va a poder arruinar su esperado día.

Cuando el reloj marca la una de la tarde, Tony sale de su oficina dispuesto a ir a tomar el almuerzo a la cafetería. Después de recibir sus alimentos, se sienta en una mesa desocupada. Frente a él, están dos recepcionistas charlando; cuando le da el segundo mordisco a su sándwich puede oír su nombre salir de la boca de una de las chicas, decide ignorarlo, pero los murmullos van aumentando, hasta que después son miradas y risas burlonas que comparten entre ellas, todas dedicadas al castaño. Tony rueda los ojos y termina su almuerzo.

Ya en su oficina se permite prender la computadora, después de unos clics aparece un vídeo que hace que su sonrisa vuelva a aparecer. El vídeo comienza con unas enormes manos escribiendo la notita que ahora está pegada en su escritorio, después de terminarla el chico rubio la muestra a la cámara, sonriendo, Tony hace lo mismo pero con un postick color verde, el rubio se acerca a él y deposita un beso en mejilla, la cámara muestra a la perfección el sonrojo de Stark. 

La escena se detiene, pero a los dos segundos comienza otro vídeo, en el cual Tony está barriendo hojas secas del jardín, de pronto toma el rastrillo y finge que es una guitarra, se oye una risa que reconoce al instante. Tony deja su instrumento y toma la cámara para que el rostro de su chico salga a cuadro. El de ojos azules lleva un gorro de lana sobre su cabeza, la sonrisa del chico es grande, la cámara baja un poco y el rubio entrelaza su mano izquierda con la de Tony.

El castaño acaricia la computadora en el momento en que el vídeo cambia y ahora solo aparece el ojiazul cargando a un pequeño cachorro, pone pausa y la escena se congela.

-Steve- suelta de repente, el nombre sale suave, cargado de amor y de devoción.

Cuando el castaño revisa su reloj, horas después de ver el vídeo se da cuenta de que faltan dos minutos para las cuatro, apresurado, recoge su abrigo y trata de ordenar algunos documentos. Sale de la oficina, y a pasos veloces entra en el elevador, lleva una sonrisa imposible de borrar, tanto que el encargado del elevador le dedica una mirada extraña, la cual no le importa en lo más mínimo a Stark. 

En cuanto el elevador se detiene en la planta baja, Tony sale con la misma prisa de antes, deteniéndose solamente para chocar las palmas con Happy, quien está trapeando el suelo.

Su respiración es agitada y los latidos de su corazón se oyen en toda la parada de autobús, incluso dentro de este. Cuando Tony ocupa su lugar en el autobús, saca su tableta electrónica y su par de audífonos, el viaje es algo largo así que le dará tiempo distraerse en algo. El vídeo vuelve a reproducirse, esta vez mostrando a la pareja dentro de su departamento, Steve, más alto, sonríe a la cámara y Tony parándose de puntillas alcanza a rosar sus labios, la cámara capta el sonrojo de Steve y como su brazos alzan un poco a Tony para poder darse un beso real.

El vídeo avanza y ahora solo esta Tony, saludando y mandando besos a la cámara, más bien a quien está grabando, al final junta sus manos formando un corazón, para después señalar a la persona detrás de la cámara, se oye una pequeña risa, la pantalla se queda en negro. A los segundos vuelve a aparecer el castaño, pero esta vez no hay sonrisa, la cámara enfoca a Steve quien carga una gran mochila en los hombros, este se acerca a Tony y lo envuelve en un abrazo, susurra unas palabras y le da un beso en los labios. Después solo esta Tony, con un puchero bien marcado en su rostro y con su mano diciendo adiós. El vídeo se termina con Steve entrando en el autobús.

Tony no olvidará el día que Steve fue seleccionado para ir a hacer servicio militar, lo orgulloso que estaba por su futuro soldado, pero la desolación que sentía por tenerlo lejos casi un año- Aun así Steve partió, con la silenciosa promesa de su Tony. Su castaño lo iba esperar.

Stark guarda el aparato en una mochila que lleva colgada, mira sus manos las cuales tiemblan y no puede evitar pensar en las manos de su novio, las cuales son duras pero le pertenecen solo a él.

El autobús se detiene y Tony sale temeroso, el aeropuerto está lleno de gente pero Tony no escucha nada, se para justo delante de la puerta de salida y empieza a buscar con la mirada. El temblor de sus manos aumenta, y él empieza a sudar. 

De pronto una sonrisa boba aparece en su rostro y sus ojos se comienzan a aguar cuando ve salir de la puerta a un hombre rubio de ojos azules enfundado en un traje militar. Steve también busca a alguien con la mirada, ese alguien suspira y avanza unos pasos solo para que el soldado pueda localizarlo. 

Cuando la mirada azul encuentra a la avellana, el soldado suelta sus enormes maletas, ahí, en medio de la entrada del aeropuerto, comienza a correr en dirección a Tony, y él no se sorprende cuando sus piernas imitan la acción de Steve. El rubio llega a él de forma brusca, arrasadora, lo levanta del suelo para fundirse en un abrazo lleno de sentimientos, Tony enreda sus brazos detrás de Steve, se quedan así por unos minutos, el castaño puede sentir las lágrimas de su soldado mojar su hombro.  Cuando Steve baja a Stark, este se para de puntitas para dejar un beso en el hombro ajeno, el cual es bien recibido. El más alto acaricia con cuidado la mejilla del contrario, sintiendo toda la calidez que había echado tanto de menos, de pronto sus grandes manos acunan el rostro del castaño y en un segundo Steve se agacha un poco y junta su frente con la de Tony, ambos sin despegar la mirada de los orbes contarios. Es el rubio quien se acerca poco a poco y choca su labios con los de Tony, ambos comparten un beso que sabe a futuro, a estabilidad, a devoción.

Tony sabe que hay mucho en juego, que las aguas son bravas pero que ese amor es solo suyo.  

  

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