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20 de marzo de 2018

¡Al final, Paz, al final hemos logrado llegar a tu casa!

De los cinco hermanos que somos hemos venido tres, los otros se han quedado nadando en el mar. No sé cuánto tiempo he pasado en el mar, puede que algo menos de una semana, pero ahora sé que no me gusta, es más, le tengo miedo.

Mucho.

Pensar que estoy cerca de ti me relaja. Ahora estoy en un hospital, un hombre de mi mismo país me ha dado un peluche. Dice que eso es lo que se merece un niño de siete años después de lo que yo he vivido.

No lo creo. Creo que lo que realmente merezco es a ti, aunque el peluche no está mal... Es un perrito.

El hombre de mi país está hablando con un hombre blanco en un idioma que no conozco. Como me daba igual interrumpir, he preguntado por ti. El hombre de mi país me ha sonreído y me ha dicho que ya estás conmigo.

Sigo sin verte, pero ahora te siento junto a mí. Eres hermosa, tal y como esperaba.

Estar contigo me hace feliz, mi familia está tranquila ahora.

Un beso, Mazen.

***

El amor de un niñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora