[capítulo dos:] ¡yoongi vino a mi casa!

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Me encontraba mirando en el espejo mi máscara médica puesta con el personaje simpático de Line Friends en ella. Procedí a peinar mi cabello delicadamente ya que quizá Yoongi me miré por dos milisegundos y tal vez eso nunca se vuelva a repetir.
Ahora que lo pienso, es la primera vez que veré a Yoongi con un atuendo que no es el uniforme de la escuela, ¡yo ni siquiera he pensado en que me pondré!


Salí disparatado del baño y escucho que el reloj anuncia que son las ocho de la noche. No hay problema, porque de todas formas Jimin vendrá dentro de media hora.


Me encaminé a mi armario sacando una camisa de tono azul pastel junto a un pantalón que marcara mis caderas, después de todo sé mis puntos de atracción.


Aún no me vestiría porque Jungkook me pidió que cocine sopa de pollo por alguna razón de su proyecto, y tal vez me ensucie cuando la cargue en el contenedor.



[...]


Me quedé diez minutos en el sofá alimentando a mis petauros, (obsequio de mis padres) estaría toda la noche fuera y no había nadie en casa además de mi.


-¡¿Quién es el bebé más lindo?! -dije acariciando el diminuto lomo de Odeng- ¡Eomuk me haces cosquill-JAJAJA!


Justo después de haber gritado como lo haría una gata en celo. El timbre de la puerta principal sonó y recordé que Jimin vendría junto a los chicos, aún me quedaban diez minutos más.



¿Desde cuando eran tan puntuales?



Dejé a mis petauros en su corralito, y me largué abrir la puerta con el insistente timbre que sonaba a cada momento.


-¿Quién es? -pregunté antes de abrir-


-Soy yo


-¿Quién yo?


-¡Ya conoces mi voz!


-¿Qué vienes a buscar? -pregunté juguetón y enseguida escuche el quejido de Jimin junto a un golpe en la puerta.


Reí burlonamente y abrí la puerta en donde Park Jimin estaba cruzado de brazos junto a cinco chicos más.



Yoongi...


-¿Hyung, por qué gritaba tanto? -Empeoró el embrollo Jungkook, que abrazaba a Hoseok por la espalda-


-¡Estaba jugando con los petauros, solo eso! -respondí cuando no podía estar más avergonzado-


Hasta que recordé mi ropa desastrosa que aún no me cambiaba, y...



La mascarilla aún la tenía puesta...


Definitivamente sí podría estar más avergonzado.


Corrí despavorido a cambiarme olvidando invitarlos pasar al salón y para colmo ¡Odeng y Eomuk aún seguían en su corralito! deberían estar ya dormidos en mi habitación. ¡Hasta soy un mal padre, no merezco a mis hijos!


[mientras tanto en el porche]



-Que raro que Jin hyung no estaba listo, él es el primero en todo. -dijo Taehyung extrañado- ¿por qué corrió de esa forma?



Recibió un codazo de Jungkook, que apuntó con disimulo a Yoongi quién, estaba callado como siempre mirando por donde Seokjin se había largado.



-Ohhh, cierto...-recordó Taehyung el enamoramiento de Seokjin hacia Yoongi-



-Entremos nosotros ya que el ¡maleducado de Jin hyung no lo ofreció! -gritó Jimin apropósito para que Seokjin escuchara-



Los cinco chicos pasaron hasta el salón, donde Hoseok gritó al ver a los petauros de azúcar haciendo ruidos extraños para él.



-¿Qué son esos? -apuntó Yoongi a las mascotas-



-Son los hijos de Jin hyung -respondió Taehyung- es padre soltero... -movió sus cejas juguetonamente insinuando ya saben que-



Yoongi simplemente se quedó en silencio. Namjoon revisó su computadora en el sofá para preparar la aplicación que diseñarían para el proyecto de ciencias.



-Iré a ver a Jin -gritó Jungkook subiendo las escaleras-



-De seguro se está cambiando, es mejor que no lo molestes, además se dice hyung. -Jimin se dio cuenta de que Jungkook ya se había esfumado antes de reprenderlo- ¡Siempre me dejan hablando con los muebles!



-¿Dijiste algo? -dijo Hoseok acariciando con sus dedos a Eomuk-



Jimin suspiró resignado tirándose en el sofá al lado de un distraído Namjoon.




[En la habitación de Jin]




Me cambié lo más rápido que mis cortas piernas me lo permitieron, mi mochila estaba ordenada y quizá le agrade mi perfume a Yoongi.
Ahora parezco un supermodelo internacional, que llama la atención de todos menos de la persona que quiere.



-¡Hyung, ya sal de aquí! -entró azotando la puerta Jungkook- ¿viste la sorpresa que esta en tu salón? -sonrió aplaudiendo-



-¿Por qué razón han traído a Namjoon y Yoongi con ustedes? -suspiré avergonzado de lo que vieron anteriormente-



-Es que Jimin los encontró por el camino y como son tus compañeros de proyecto se ofreció en llevarlos. Lo malo es que justo cuando estabas de lo peor, llegamos. La justificación de este caso es que Jimin quería ser más puntual porque quiere comprar botanas para la medianoche. -terminó alzando sus manos con inocencia-


-¿Que les cuesta llamarme? -lloriqueó el mayor agarrando su mochila para salir de ahí-


-Uhm, no lo sé tal vez ¿dinero? -respondió sarcástico-


-Ya cállate, baboso.



[...]


Ya en el vehículo Jimin se indicó obviamente en el asiento del piloto, Namjoon de copiloto, los demás chicos atrás y como por de falta espacio; Hoseok se sentó en el regazo de Jungkook (por supuesto que no se molestó para nada)
Taehyung estaba a mi lado y Yoongi en la ventana valiéndole tres mil hectáreas de popó lo que sucediera a su alrededor. Y ahora es donde me preguntó ¿cómo puede lucir tan genial todo el tiempo y sin hacer esfuerzo?


Nunca lo sabré.

Porque nunca me hablará, nunca me mirará en la manera en que yo lo veo, y así será hasta que me de cuenta de que me estoy haciendo ilusiones por alguien que ni siquiera parece ser homosexual como yo. Me odiará luego.
Pero mientras tanto viviré mi fantasía hasta que mi propio reino caiga sobre mí.

Perdí la CabezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora