El amor, es una grave enfermedad mental
PlatónMaylo, con los audífonos puestos, presiona "Play" a la música desde su celular. Las melodías y las letras resuenan.
Se pone de pie frente al espejo que viene adherido a su comoda. Se ve a si mismo: HORRIBLE. Prefiere serrar los ojos y empieza a hacer una especie de Playback."WE GOT A RIDE, WE GOT THE NIGTH , I GOT THE BOTTLE, YOU GOT THE LIGHT. WE GOT THE STARS (STARS). WE GOT AUDIO..."
Sube el volumen al máximo.
Un mundo fantástico surge en su mente, un mundo en donde es una estrella Pop cantando en un escenario acompañando de gritos y aplausos de ovación, uno en donde no tiene esas malditas manchas en todo el cuerpo.
Maylo empieza a bailar al compás de la música alrededor de su pequeño cuarto.
¡Maylo! ¡Maylo! ¡Maylo!
Las chicas mueren por el, supieran enamoradas, su música es la onda."MAKE A BOMB BOMB BEAT, I'LL GIVE YOU MELODY, MAKE A SONG SO SWEET AND YOU GON' COME HOME WITH ME, OH..."
La puerta se abre bruscamente. Es su padre. Se detiene a ver bailar a su hijo como un idiota. Ha estado topando desesperadamente la puerta sin recibir respuesta y de tanto insistir su impulso ocasionó que abriera la puerta de un patadón (después de todo no resultó tan difícil ya que el único seguro que asegura la puerta era un clavo oxidado)
Maylo está tan sumergido en sus fantasías que no nota en absoluto la presencia de su padre. Con la música es el mismo.
—¡Hey!—grita el padre
Maylo sigue haciendo pasos al ritmo de la música. Pasos que para su padre resultan raros, de maricones.
—¡Hey!— otra vez y Maylo sigue en lo suyo. Entonces el padre ya sumergido en la cólera retiene a Maylo del hombro cortando una vuelta que el muchacho estaba por realizar. Maylo se sobresalta y abre los ojos como platos, se vuelve pálido en cuestión de segundos. Están cara a cara. La expresión de Maylo ahora se muestra avergonzada, como si hubiera sido descubierto con las manos en la masa en un acto repugnante, el del padre, es una expresión de menosprecio, de "Por Dios, me das vergüenza"
Maylo se quita los audífonos y su padre lo suelta bruscamente
—¿Que mierda fue eso niño?—Niño es una palabra que el padre de Maylo usa mucho para dirigirle la palabra a su hijo (a pesar de que su hijo ya tiene 16)
—Yo solo....—intenta explicar Maylo pero su padre lo corta con un gesto de mano y su típica sonrisita torciendo un lado de labio. Esa típica sonrisa hace que Maylo se sienta más débil, dada las circunstancias, más incómodo.
—¿Ya viste la hora que es?. ¡Son casi las 10!. Será mejor que ya te duermas y dejes de hacerme considerar la idea de llevarte a un loquero.
Maylo asiente, cabizbajo. Su garganta se ha congelado, de nuevo.
—Bien—finaliza el padre y se retira del cuarto presionado el interruptor que enciende la luz. Éste hace lo contrario.
Oscuridad, oscuridad.
Maylo se queda parado en medio del cuarto. Escucha murmullos desde el otro cuarto, es más que seguro que su padre le comenta a su madre lo ocurrido. Y luego otro sonido de un interruptor siendo presionado.
Más oscuridad, oscuridad.
De pronto empieza a sentir vergüenza, enojó, indignación, un flujo de emociones que en la adolescencia se mezclan creando un masa de hornear horrible.
Coge el celular sacándolo de su bolsillo, lo enciende y el cuarto se ilumina con la luz que el aparato emite. Maylo tiene que entrecerrar los ojos un momento. El mundo en donde es famoso ya a quedado atrás y ahora el mimo mundo de mierda donde solo es Maylo Soria, el débil, flacucho y de dos colores Maylo.
Con la luz del celular, Maylo puede ver su rostro reflejado en el espejo, débilmente pero lo puede ver. Es casi como si se tratara de un espectro. Observa fijamente su rostro como otras veces: casi en toda la mitad de su cara está plasmada una Mancha blanca, como si fuera la marca de una bofetada. En parte del cuello y extendiéndose hacia el pecho hay otra con salpicaduras (da la impresión de que fuera pintura derramada) . También en pequeñas zonas de la cabellera (esto le produce un teñido blanco como la leche natural) y así en todo su cuerpo. Pero este es su rostro, oh es Su Rostro, ¡su horrible rostro!, el que todos en la escuela y en la calle se quedan mirando.
Suspira. Pone la alarma en el celular y lo apaga quedando así en completa oscuridad. Porsupuesto, Maylo no le teme a la oscuridad gracias a las "geniales" lecciones que su padre le dio. "Aprenderás a hacerle frente a tus miedos, como todo un hombre", le dijo
Coloca el celular encima de la cómoda sin asegurarse antes si es que está lo suficientemente cargado. Tapa el espejo con una toalla. Es mejor así, piensa.
Se mete a la cama (oscuro es genial) y se cobija hasta el cuello
( Así no veo mi sombra que tiene un solo color. Parece que no me pertenece)Maylo se queda escuchando algunas motos circular por la calle, a lo lejos se escucha una vaga orquesta que toca los últimos temas bailables de la parrillada de este domingo de una vecina y aún así Maylo siente que está con en total silencio, en total soledad.
Demorará 10 minutos en dormirse y todo ese rato se la pasará pensando en alguna fantasía loca. Fantasías como recrear la última película que vio en donde el es el protagonista héroe. Se la pasará así, tratando de olvidar que viene manchas, tratando de eliminar las malas emociones. Pero, mañana en la escuela, sus compañeros se encargar de hacerle recordar lo horrible que se ven sus manchas, o por lo menos, se limitarán a excluirlo de toda actividad de grupo.
Mañana, en la cárcel mejor conocida como escuela, un lugar en donde también el más fuerte sobrevive.
Mañana, en la escuela, ¡que bien que este es el último año!. Mañana, en la escuela, maña...Esta noche el pasaje para sueñolandia se ha agotado. Maylo Soria duerme de largo. Mañana, ni se imagina lo que le espera a toda la escuela.
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El chico de las manchas blancas (y su historia de amor)
Teen FictionMaylo, un muchacho con vitiligo, tiene que luchar día a día con los azotes emocionales de esta enfermedad. En la escuela y en su hogar vive sumiso, temeroso a las burlas. Cierto día, una chica anónima pública un largo texto acusando de acoso a vari...