"Camuflaje"

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—¡Corre!—los gritos proviene de la calle
Maylo coge la mochila y apresura el paso. Han pasado ya 9 minutos desde que el protocolo mañanero culminó. Este protocolo consiste en un desayuno familiar sin nada más que el deprimente sonido de los cubiertos rozando con la porcelana del plato. Sin "buenos días", preparativos para las escuela como ponerse el uniforme, lavarse la cara y los dientes, esas cosas.

—¡Apresurate!—el padre espera afuera a su hijo

Maylo antes de salir de su cuarto coge un polo de mangalarga. Esta prenda le será útil en la escuela, con ella esconderá las manchas de sus antebrazos y parte de la mano. ¡Es una técnica de camuflaje y supervivencia!. La pone en sus mochila para que su padre no lo martirice con preguntas y con frases que le echan en cara lo cobarde que es. El padre ya ha visto antes los usos que Maylo le da a las mangalargas obligándole, como reacción de indignación, a quitárselas.

—No puedes vivir así Maylo, ocultándole, si alguien te molesta tienes que hacerle frente, demostrarle quien eres, como todo un varoncito—le dijo y para completar su gran discurso movió la cabeza, mostrando decepción Maylo no pudo decir nada,como siempre. Quizá porque sabe que si trata de decir algo las cosas empeorarían. Maylo a aprendido a vivir en silencio.

Coloca la mochila sobre los hombros. Se pondrá la mangalarga bajo el uniforme en el baño del colegio. Allí no lo verá su padre. Es uno menos.

Pasa por la sala de la casa en donde ve a su madre con los ojos legañosos y aún con su pijama de anciana frente al televisor
Mira las noticias
Pese a que su madre tiene apenas 29 años, parece una señora de 59. Su aspecto es deprimente, tiene el pelo alborotado, está más delgada de lo normal, pálida, siempre con sueño, sin ganas de nada.

Maylo se detiene un momento a pocos centímetros del sillón para uno en donde esta sentada ella. Maylo echa una ojeada al televisor como método de disimulo. En realidad, quiere un "que te vaya bien hijo" de alguien. Aunque sabe que en realidad no le irá buen, como todos los días pero aún así esas palabras suben el ánimo.
Las madre se voltea hacia su hijo y le presta atención con sus ojos ojerosos.
Vaya—piensa Maylo—parece que se ha pasado toda la noche mirando el techo.
La madre trata de hablar, traga saliva y anuncia con voz ronca:
"Hoy en la noche tenemos que ir a la casa de la tía Jessica. Es su cumpleaños, ¿recuerdas?
Maylo no recuerda pero asiente.
Bien—dice ella y se voltea en dirección al televisor. Maylo sabe que en realidad no presta atención a lo que se emite, solo está allí, pensando en quien sabe que.

Bien—repite Maylo en su mente—lo que faltaba. Que buena forma de desearme suerte.

—Maldita sea—gruñen fuera—¿Hasta que maldita hora te...

Maylo reacciona y corre hacia la puerta dejando atrás a su zombirica madre.
Sale a la luz del día soleado. Su padre lo ve con cara de furia

—Niño, ¿Quien te has creído para hacerme esperar?. Su cara de enojo resulta cómica. Maylo hace el esfuerzo por contener la risa.
Maylo mira sus zapatos bien lustrados y dice: Perdón, papá

—¡Sube!

Obedece. Se ubica en el asiento de atrás. Al parecer no hay inconveniente para el dueño del auto.
Ya dentro el padre advierte: si la próxima te me demoras, iras caminando a la escuela. Sabes muy bien que soy totalmente capaz de hacer cumplir mi palabra.

Oh, Maylo claro que lo sabe. Su padre es capaz de eso y mucho más porque el si es un verdadero hombre. Maylo aumenta su temor hacia su padre. Otra vez, solo mueve la cabeza de arriba a abajo. Otra vez vuele a sentir ganas de desaparecer. Mira a los ojos a su padre por el espejo.
—Espero que no vuelva a pasar

El motor se enciende. El hombre y el niño avanzan

                                 ...

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⏰ Última actualización: Jul 31, 2018 ⏰

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El chico de las manchas blancas (y su historia de amor) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora