-¿Qué ha hecho esta vez, señor Ferrer?- pregunta el director desviando su atención del documento que leía para mirar por encima de sus gafas a Daniel. Entonces aparezco yo, es la primera vez que estoy en el despacho del director. Al verme, el señor Hernandez, se queda con la boca abierta no se esperaba que yo estuviese ahí.
-Cuénteme lo sucedido señorita Saez.- me dice cruzando sus manos.
-Pues verá señor director, este...-me controlo para no decir ninguna palabrota.-impresentable, me ha tirado agua y tenga en cuenta que estamos a principios de Noviembre, podría haberme causado una hipotermia.- le explico.
-Y esta inofensiva chica me ha tirado una mesa y me a roto la nariz.- exagera Daniel señalando su nariz ensangrentada.
El director nos mira serio y paciente. Pensando. Segundos más tarde habla.
-Entonces en parte la culpa ha sido de los dos, ¿cierto?- nos cuestiona.
-No, ha sido suya. -contestamos Daniel y yo al unísono apuntandonos con el dedo. Nos fulminamos con la mirada al momento.
-Tengo el castigo perfecto para vosotros: limpiaréis los cuartos de baño de cuatro a seis. La señora que la limpiaba está de baja así que ocuparéis su lugar durante un mes.
-¡Un mes!- protestamos a la vez.
-Si, y no se hable más. Ahora largo.- señala la puerta y se recosta en su silla volviendo a coger el documento.
¿Qué hago ahora? Tengo la parte de atrás de mi camisa y de mi pantalón mojadas. No voy a ir a clase asi pero tampoco voy a hacer novillos. Me meto en el baño de señoras y me miro al espejo, ¡Ya sé qué hacer! Dios nos dio el secamanos para momentos de urgencia como este. Me quito los pantalones vaqueros y los paso por donde sale el aire caliente. Poco a poco se van secando. La puerta de entrada al servicio se abre con un chirrido. O no y yo en bragas, ¡y con el dibujito de Tarta de Fresa! Sin saber quién es mis mejillas empiezan a calentarse. Subo la mirada, ¿¡qué coño hace Daniel aquí!? ¡Me está mirando las bragas fijamente! Imbécil, insoportable, gilipollas y ahora pervertido.
-¿¡Qué haces aquí!? ¿Acaso no sabes leer?- lo empujo sacándolo del baño mientras él se ríe.
-Bonitas braguitas, lunática.- dice antes de que le cierre la puerta en las narices y eche el pestillo.
Suspiro con la espalda pegada a la puerta. Me pongo los pantalones, que ya están secos, y hago lo mismo con la camiseta. La puerta del baño suena impaciente, ¡ya va! La abro al igual que mis ojos, ¿la profesora de tecnología con las manos entre las piernas reteniendo el pis? Me echa de un empujón y cierra la puerta con brusquedad. ¿Qué me toca ahora? ¡A si, Biología!
Las clases acaban por fin. Decido acompañar a Carol a su casa y contarle todo lo que ha pasado. Así lo hago.
-¿Te vio en bragas?- pregunta partiéndose de risa.
-No tiene gracia es un subnormal que se dedica a joderme la vida, ¡encima voy a limpiar retretes con él!- me quejo, Carol se ríe aún más.
-¿Y si no vas? Dudo que Daniel vaya.- propone entre risas.
-Irá solo para comprobar que voy y molestarme o para ver que no voy y chibarse al director...para un día que Álvaro tiene libre.- resoplo molesta.
-Por favor que tenéis 15 años, además, será divertido ver a "el rey" del instituto fregando.-dice divertida y eso hace que me ria.
-Será el mes de mi aniquilación.-susurro.
-O el de la suya.
