Y Yo? Con Quién Hablo?

Escribe tu nombre

Demián salió de casa directo a la escuela, su madre se despidió de él con un beso en la frente como de costumbre y la frase más genérica del mundo "Que tengas un gran día Demián", a pesar de él cariño que su madre me daba, Demián jamás sintió que ella lo hiciera de corazón, siempre pensó que era una clase de regla importante en las madres, darle amor a tus hijos.

Pero la madre de Demián no tenía ni idea de que pasaba en su vida, y a Demián no le interesaba que ella lo supiese.

Su rutina era simple, caminar a la escuela evitando la avenida principal, ya que siempre estaban en la tienda de Don Fernando un grupo de chicos que siempre lo molestaron en sus primeros años en la secundaria, enfrentarse a uno siempre era una opción, pero el grupo era tan cobarde que siempre peleaban los 6 al mismo tiempo, intentarlo era un suicidio, así que todos los días evitaba pasar por ahí aunque tuviera que recorrer más Camino.

En la entrada esperaba sentado, llegaba siempre 15 minutos antes para poder ver llegar a la chica que le a gustado desde que compartieron salón por primera vez, una chica de pelo lacio, lentes rosas, vestía siempre con su uniforme bien planchado y su mochila le decía a Demián que se llevarían bien si el tuviera el valor para hablarle, una mochila de color negro, con algunos botones de sus grupos de rock favoritos, una pequeña cabina telefónica de color azul la cual nadie entendía porque la tenía, (nadie excepto Demián claro) y una frase que el mismo pinto en su pared después de verla, "In this game, I only have one life", el quedó completamente enamorado de ella y lo único que impedía que ella lo notase era su inmensa desconfianza por parte de Demián, Demián era bastante precavido, jamás hacía un movimiento sin antes estar seguro de todos los posibles resultados y que haría con cada uno, todo el tiempo le funciona, pero con ella, los resultados que puede ver son solamente rechazo, cualquier resultado positivo el asegura que se trata de una simple fantasía, después de todo, quien quiere a un chico raro.

Una vez que ella entra el sueña unos segundos más despierto y entra a su salón de clases, en donde los problemas continúan, su profesor de Física tiene serios problemas con el, a Demián se le ocurrió un día corregir al profesor en medio de una clase, la pelea duró casi la hora completa y Demián comprobó que tenía razón, pero quién se hiba a imaginar que Demián sabía tanto de Física solo por leer un par de libros, el profesor quedó humillado ante su grupo y desde entonces es demasiado severo con Demián, cualquier error incluso de caligrafía lo lleva inevitablemente a una nota reprobatoria.

Su rutina de siempre es no participar en clase, mantenerse ocupado dibujando y esperar a que la clase terminé, cualquier movimiento mal o error en un examen y el profesor estaría encima de él.

En cuanto las clases terminan nuevamente se apresura a la salida, se sienta cerca de la puerta y espera a que ella salga para poder verla por última vez, "te veo mañana" susurra cuando se sube al auto con su padre, que no tiene pinta de ser muy tolerante con la gente, regresa por la avenida principal ya que el grupo de brabucones ya no se encuentra reunido, ayuda un poco a su madre con los deberes del hogar y se encierra el resto del día con sus cascos a todo volumen mientras toca un poco de Rock, sus dedos pulsan con fuerza los trastes, el sonido en sus oídos penetra en todo su sistema nervioso, su pulso se acelera y en cuestión de segundos se encuentra tocando y haciendo movimientos exagerados con la guitarra en cada acento de la canción, dependiendo como fuese su día es la canción que tocará, en esta ocasión toca Lonely day de System of a down, a Demián le cuesta trabajo hacer amigos, la mayoría solo habla de música que a Demián no le gusta, fiestas y sobre temas tan sencillos que se aburre demasiado rápido con las platicas, y como es de esperarse cuando llega el turno de platicar sobre el los demás también se aburren, el chico que lee novelas juveniles para mujeres, el chico que solo juega vídeojuegos, el emo que solo escucha rock y metal, nadie lo veo como alguien interesante, solo se burlan de el, con el tiempo aprendio a estar solo, a no platicar con nadie y simplemente dedicar su tiempo a actividades positivas.

La noche cae y antes de dormir juega vídeojuegos con sus únicos amigos, que puede que estén igual de mal que el o peor, después de ganar algunas partidas todos se van a dormir y la rutina empieza de nuevo.

A la mañana siguiente decidió llegar más temprano de lo habitual, para salir de casa lo antes posible ya que sus padres estaban peleando, tras media hora leyendo sentado en una banca en la esquina de su escuela decidió ir a la puerta para poder ver de nuevo a la chica que le gustaba, se levantó de la banca y sintió como pisaba algo duro en el suelo, lo levanto y era un pequeño libro forrado de cuero negro con un lazo blanco, lo abrió para de quien era y poder devolverlo al dueño, pero la primera página que vio llamo demasiado su atención.

"No me encontraste por casualidad"
Dió vuelta a la página y se dió cuenta que se trataba de un diario

Escrito por Javier Cortés
13/03/1998

La página que seguía tenía una lista de indicaciones.

Si quieres que esto funcione necesitas seguir una serie de reglas.
1 No puedes leerlo hasta terminar el primer título.
2 Solo leerás las páginas que se te indiquen
3 Harás lo mismo con tu propio libro
4 Tienes que ser sincero.

Y debajo de las reglas un cuadro parecido a un índice

El primer título en el índice decía
Escribe tu nombre...............4

Para ser sinceros solo escribo esta historia porque necesito despejar la mente un poco, no me es posible hablar con la gente sin fastidiarlos o incomodarlos, así que e decidido invertir mi tiempo en una historia como forma de desahogó, es completamente ficticia e improvisada, así que sí, encontraran algunos errores, o muchos, acepto cualquier comentario y los tomaré en cuenta.