Hoy, después de dos años, vuelvo a visitar la tumba en la que nacimos,
aquella que nos ofreció risas, lágrimas y, en cierta medida, vivir el amor con un poco de mentalidad de niños.Creíamos ser los mejores de todo, o casi todo,
porque más bien demostrábamos ser que eramos los locos,
sin saber que estábamos rodeados de minas...
Y solos, por si fuera poco.Nos dimos cuenta, tarde, o quizás, fui yo, siendo un poco (in)humano,
quien decidió despertar de aquel sueño insano,
decidiendo hacer las maletas,
llevándome la mejor de tus sonrisas entre mis trapos sucios y tarjetas.
Recuerdo, que te dejé mi querida visa,
con la que podrías viajar, si te apetecía, al fondo de mi cordura con una presunta premisa.Pero, esta vez, quiero serte sincero,
porque hasta hace relativamente poco comencé a cobrar peaje por las visitas con un poco de dinero,
colocando tus fotos con un "Se busca",
para que, si en un remoto caso decides volver,
las alarmas comiencen a gritar:
¡CUIDADO, QUE VIENE LA PELANDRUSCA!Y si sucede, comenzaré a buscar entre mis memorias un traje de gala,
intentaré peinarme con pereza y desgana,
para estar justo a tiempo,
y mandarte a la mierda,
de nuevo,
una última vez, sin más...Te odio
YOU ARE READING
Profundidades en la locura
PoetryTodos somos arquitectos de nuestras vidas con un toque de locura, conoce a una persona por sus deseos y pensamientos más profundos y habrás conocido a un gran "sabio".