La presencia de los mitos

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Lautaro y sus hombres iban a atacar el fuerte Imperial, pero cuando faltaban unas pocas leguas para llegar se desato una terrible tormenta que hizo que todo el ejercito de Lautaro huyera asustado a esconderse en cuevas y hoyos.

Miraban fijamente las nubes, que según ellos eran espíritus de su pueblo que peleaban contra los
enemigos. Cuando las nubes amigas arrancaron de las enemigas los araucanos decidieron que no tenían que pelear otra batalla, cuando ya habían perdido la aérea.

Los araucanos creían que cada cosa que pasaba era una
manifestación de los dioses, que podía ser para bien o para mal.

Cuando alguien moría, era enterrado con sus armas, ropas y víveres y un año después los familiares iban y renovaban los víveres para después contarle todo lo que había ocurrido desde su muerte y aunque el muerto no respondería, si caía una hoja o cantaba un grillo, los familiares sabrían que el espíritu estaba presente.

Lautaro se interno el la selva pensando en como
derrotar a un enemigo tanto más temible que los españoles: la superstición de sus compañeros.

Lautaro, Joven libertador de arauco »resumen«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora