De las varias ediciones castellanas del Manifiesto
pocas son buenas y ninguna excelente. La primera
fue hecha, según parece, por José Mesa, traductor
también de Miseria de la filosofía, de Carlos Marx.
En ediciones sucesivas, y alguna de ellas en la
Argentina, se reprodujo ese texto, descuidadamente
y sin revisarlo siquiera con la edición francesa,
excelente por más de un concepto. Más tarde se
publicó una nueva versión española, hecha sobre la
traducción francesa de Carlos Andler. La traducción
de Andler está hecha sin ningún escrúpulo y con
una interpretación tan poco rigurosa de muchos
pasajes, que desvirtúa más de un concepto. Es
natural que la edición castellana que tomó esta base,
adolezca de los mismos defectos. En el año 1924.
García Quejido hizo una edición que hasta el
momento es la mejor. Conociendo todas las
anteriores, siguió la francesa de Laura Lafargue, y
mejoró el texto de la primera, que se supone de
Mesa. En estos intervalos, especialmente después de
la revolución rusa, se publican dos o tres ediciones
anónimas y tan malas que sólo merecen una
referencia condenatoria. Dos se han publicado
últimamente en España: la primera traducida por un
tal Antonio Atienza y la segunda por E. González
Blanco. Ambas exigen un juicio análogo al de las
anónimas que hemos mencionado.
En nuestro país se reprodujo hace años la
primera versión española y también se hizo una
edición de la de García Quejido. Tanto en la
primera como en la segunda se siguió el pernicioso
"sistema editorial" de copiar simplemente, sin
averiguar la fidelidad del texto ni hasta dónde es
posible mejorarlo.
Para esta edición hemos tomado como base la
de García Quejido y la francesa de Laura Lafargue.
La versión de Laura Lafargue es de una notable
concisión y conserva toda la fuerza poderosa del
modo de expresión que tuvieron los autores del
Manifiesto. En algunos párrafos García Quejido hadiluido esa característica de Marx y Engels, tan
visible en el Manifiesto, lo que va en perjuicio de su
prolijo trabajo. El texto de esta edición está más
aproximado al límpido de la de Lafargue.
El Manifiesto Comunista es el documento
revolucionario más importante y de ideas históricas
más seguras que nunca se haya escrito. Siempre es
necesario acudir a él como la fuente más clara de la
doctrina para así conocerla incontaminada y evitar
el contagio reformista. Y avalorar esta edición con
el ensayo de Antonio Labriola es acompañarla del
pensamiento de uno de los más hondos y sagaces
expositores del marxismo.
M. P. ALBERTI.
NOTA.– Se han publicado dos nuevas ediciones
castellanas mientras ésta estaba en prensa. Una,
hecha en París por la Biblioteca Marxista, se
anunció como la "primera edición fundamental de
esta obra en lengua española", y no es más que una
copia, con leves modificaciones, de la de García
Quejido. La obra tiene el mérito de ser traducida del
alemán, con notas muy extensas de Riazánof, con el
nuevo ensayo de Labriola y varios apéndices. En cuanto a interpretación, su texto no difiere en nada
del presente.
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Manifiesto Comunista
Non-Fictionmanifiesto del partido comunista por Karl Marx y Friedrich Engels publicado en Londres a los 21 días del mes de febrero de 1848(21/02/1848). Título original: "Manifest der Kommunistischen Partei". País de origen: Confederación Germánica.