El Proceso De Una Pérdida Amorosa.

Un Pensamiento Nada Más.

No soy escritora, se notará en mi escrito y en mi variedad de palabras. Simplemente quise dejar un pensamiento, ya que muchos pasan por esto diariamente.

Muchas veces sufrimos de desamor, pero, en el momento en que nos sucede me parece que no se entiende, sólo se siente. Es como estar en una cirugía torácica o mejor dicho a pecho abierto, se siente un dolor inexplicable, algo que nadie sabe describir, sólo sentir.

Las mujeres siempre cometemos muchos errores en una relación. Aúnque estemos muy enamoradas siempre tenemos miedo y normalmente aceptamos halagos de chicos sólo para sentirnos un poco más seguras. También damos todo, aunque nuestro amor parezca limitado, siempre entregamos hasta lo último que tenemos, tanto que al terminar una relación nos sentimos vacías, confundidas y pensamos "¿Qué hice tan mal?, ¿Será que fue demasiado?", son cosas que sólo las mujeres podemos saber.

Mientras que los hombres, cuando nos enamoramos y entregamos todo, al terminar una relación no nos gusta que los demás se enteren que sufrimos, por esa razón preferimos iniciar una relación nueva en poco tiempo. Los psicólogos dicen que es porque no podemos asimilar la idea de estar solos y pienso de igual forma, pero también pienso que como humanos cada quien afronta el luto de un corazón roto de distintas formas: Una mujer sufre y no se relaciona con nadie hasta tener parte de su corazón de regreso. Un hombre sufre y busca satisfacer su dolor estando con alguien más. Estos sólo son mecanismos de defensa, es normal, es humano.

Es importante decir lo que sientes en cada momento. Si cometemos errores, pedir perdón; si amamos a alguien a pesar de los errores, hablar y dicirselo, ya que la vida es muy corta como para andar ocultando lo que pensamos y sentimos.

Al final recibí ayuda de un escritor y al momento de plasmar este último párrafo en letras digitales se nota un poco la diferencia léxica y semántica entre ambos tipos de escritura. Aún así, él solamente escribió este último párrafo para hacer constar su presencia en este escrito y así darme la sorpresa de que su mano tocó mi pensamiento reflexivo.