Día 1

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[Shower sex]
Pairing: 2Jae
 

  
 



De lejos YoungJae se veía sumamente apetecible. De lejos, de cerca, desde cualquier ángulo, con excepción que de lejos JaeBum podía controlarse y no tomar a su novio allí mismo, en medio de la piscina de su mejor amigo, rodeado de personas.

La noche era calurosa, ideal para pasear por ahí y perderse en interminables calles iluminadas. La ciudad no parecía dormir en vacaciones. JinYoung siempre había sido de los tipos que preferían una reunión tranquila en vez de una fiesta de cumpleaños atestada de amigos y gente que a penas conocía. Pero ahí estaban, bailando y derramando bebida alrededor de la nueva adquisición inundada de agua. La piscina brillaba desde su base con un vibrante color verde azulado, contrastando con la opacidad de los pocos arbustos a metros de allí. YoungJae se perdía en el fondo y resurgía en otro sector, atacado por uno de sus amigos, Mark.

—Vamos Bummie —la cantarina voz de YoungJae trepó por sobre las risas y música haciendo que JaeBum sonriera por el apodo meloso— es sólo agua, no seas amargado.

Con ímpetu se negó a lo lejos ubicado en una de las mesas junto a JinYoung, quien se rió ya que anticipaba la respuesta.

—Sep, definitivamente Bummie es como un gato amargado —Mark hizo énfasis en el apodo usado por YoungJae y empujó a su compañero dentro del agua. Si bien a JaeBum le molestaba que lo llamaran por variaciones tiernas de su nombre, la real alerta fue el toqueteo constante que ofrecían quienes compartían el mismo espacio.

A esa altura de la relación no le importaba mucho admitirse (a sí mismo) que le volvía celoso ver a YoungJae en circunstancias como esa; un abrazo, un roce sin querer, alguna otra muestra de cariño superficial él las dejaba pasar. Sin embargo, cuando esos abrazos incluían besos por su cuello, o cosquillas que se enroscaban en su cintura tocando directamente por debajo de la ropa... JaeBum debía confesar que nunca antes había experimentado unos celos tan intensos. JinYoung se burlaba sobre ello de vez en cuando, entre broma y broma, sólo por el placer de ver incómodo a su mayor cuando hablaban de YoungJae. Pero luego las palabras dejaban de ser cómicas para adquirir colores más neutros, más serios. JaeBum no sólo estaba enamorado de aquél chiquillo que conoció cuando tenía quince años, sino que se había entregado a él de formas impensadas, con la complicación que conlleva una relación seria entre dos hombres, las trabas sociales, los qué dirán de la gente, las miradas de soslayo cada que salían juntos. Aún así, no le quedaban más que sonrisas al rememorar por todo lo que tuvieron que pasar, él no estaba solo después de todo, YoungJae estaba a su lado sosteniendo su mano ante cada nuevo obstáculo.

JinYoung le palmeó el hombro trayendo su mente de nuevo a la fiesta. Señaló a su menor en la distancia y rió.

—Mejor llévate a YoungJae a casa. Lo he visto beber varios shots en la cocina y ambos sabemos que no es de aguantar el alcohol —una estrepitosa risa de la piscina contagió la alegría a los de su alrededor, había una enorme ballena inflable rebotando de mano en mano, y nadie estaba seguro de cuánto YoungJae tardaría en entretenerse.
—Dale diez minutos hasta que se canse de saltar —respondió JaeBum tratando a su novio como un infante. Decidió que lo mejor era ignorar la calidez humana excesiva de las piscina y conversar unos minutos con el anfitrión—. Y hablando de niños, ¿dónde has dejado a Yugy?
—Ese niño —JinYoung se frotó la frente con exageración— lo dejamos en casa de un amigo del jardín —contó—. Yo sé que son niños e inventan sus propios códigos, pero cada que esos dos están juntos parece que hablaran idioma extraterrestre.

JinYoung se convirtió en padre muy joven. Como alumno becado en la universidad viajó a París junto a otros compañeros entre los cuales estaba una chica que lo traía un poco loco por su explosiva personalidad. A su lado no había ecuación matemática que pudiera resolver, o reacción química que pudiese controlar, ni anteojos que pudieran disimular la forma en que se miraban. Al fin y al cabo así es el amor y JinYoung cayó en él como JaeBum lo hizo. Un par de años después nació un niño al cual llamaron YuGyeom y el resto es historia. JaeBum no conocía a muchas personas cercanas que tuvieran hijos, pero apostaría a que JinYoung desempeñaba un muy buen trabajo como tal.

30 days with him [Smut Ver. JB]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora