Salí de la escuela muy tarde, ni siquiera quería ver mi teléfono pues ya sabía que me encontraría con un montón de mensajes y llamadas de mi madrastra diciéndome sobre "por qué carajos no estoy en la casa haciendo la cena"
Esto era muy complicado, o al menos mi cabeza siempre me decía eso. Todos los días tenía una voz en mi conciencia diciéndome lo solo que estaba, que aún que tuviera amigos, siempre esos amigos escogerían a alguien más y se irían, dejándome solo y que al final del día solo me encontraba yo, un yo hundido en la soledad. Tal vez era por que temía equivocarme al hablar con las personas, tal vez me consideraban aburrido y por eso preferían pasar el rato sin mi que conmigo.
Después de un rato, un rato que hubiera preferido que fuera una eternidad, llegué a mi "hogar". La primera cosa que recibí al llegar fue un plato lleno de comida echada a perder"¿Te parece esto comestible, inútil?"
Cerré los ojos lleno de frustración y enojó, varias lágrimas se avecinaron pero respiré hondo para que esa maldita perra no me viera así.
"¡Si tanta maldita hambre tenías, hubieras puesto a cocinar a la inútil que tienes por hija!"
”No te atrevas a hablarme asi, mocoso estúpido"
Me tomó del cabello con su mano y jaló de mi hasta la cocina, dando un fuerte empujón de ella en el lavabo.
”Haz la maldita comida, ¡Ya!"
Se fue de ahí dejándome adolorido del cuero cabelludo. La odio, la aborrezco, desearía que un camión a toda velocidad la aplastarla y desgarrara cada extremidad de su obeso cuepo. Anhelo el día en que sea mayor de edad para poder largarme de su asquerosa casa.
Es gracioso por qué cuando papá la presentó, dijo que cocinaba las recetas más deliciosas del mundo. Qué iluso sujeto, lo único que terminó haciendo bien, fue mandarlo a la tumba.Después de haber echo la cena para mi madrastra y su inútil hija, y que las dos estuvieras viendo la tele en su cuarto, aproveché para salirme de la casa a fumar un cigarrillo. Siempre que subía a la azotea me preguntaba si había echo realmente alguien muy malo en mi anterior vida para tener que aguantar esto ahora.
"Preferiría ganarme la vida como prostituta..."
Reí por mi comentario y di una calada a mi cigarro.
"Vaya, que afortunado soy, justo lo que estoy buscando..."
Me levanté rápido de el lugar en donde estaba acostado y me giré en dirección de donde provenía esa voz, al encontrar al sujeto cuya voz me hizo erizar la piel, su aspecto provocó aún más terror en mi.
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Historias De Una Noche
VampireDiferentes sitios. Diferentes historias. Diferentes vidas. El mismo tipo. Todos narran haber visto a esa persona...