Capitulo 3

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16 de febrero de 2017 a las 11:32am

P A R I S

Los meses pasaban volando, y cada momento vivido era increíblemente fantástico. No podrá ser gran cosa pero me es suficiente y de sobra. No soy creyente de ninguna religión pero de verdad que estoy agradecida de este cambio. Nadie me molesta, Los del salón son demasiados amigables, de tan solo tener cinco amigos ahora tengo más de eso, es como un sueño de esos en el que no quieres despertar, y no lo quiero hacer. En mis mayores imaginaciones jamás pensaba vivir esto. Están irreal. Tan raro. Pero tan bien a la vez.

- ¡¡Paris!! - grita José llamándome para sentarme con ellos. Están frente al colegio. Ya es la hora de la salida para algunas secciones y por suerte para ellos, su profesor no vino. Camino hacia ellos, pero no antes de sentarme hecho un vistazo a la sección de ultimo año donde esta Roger, uno de los chicos guapos de esa sección. Ese chico está extraño, y recordando después de lo último que hizo ya no sé qué pensar o sacármelo de la mente, aunque Eliezer adueña mi mente el mayor tiempo más que él. Termino de llegar hacia los chicos y me siento con ellos. Estoy espalda a todas las personas que pueden estar. Miro de un lado a otro asegurándome de que este todo bien. Y me integro a la conversación de José Carlos, Marcos y Bryan.

Un escalofrió se apodero de mí, como presintiendo algo, muerdo mi labio y miro nuevamente de un lado a otro, está todo bien. Todos están en lo suyo hablando o esperando, que se yo. Dando un suspiro mi cuerpo no se calma. Intento poner atención a lo que dice José, pero la inquietud no se va. Inquiero en no pensar en eso, no quiero que pase algo, ya tengo mucho con que mis padres estén viendo como me vendrán a buscar. Ya que ellos no me dejan irme sola, esto es un caos.

-Sucede que meses atrás fuimos a la casa de Leonard. Y se fue a beber con su madre entonces en uno de los retos toco el maquillarlo y lo tenemos en video.-dice José entre risa a lo que yo y marco nos unimos. Con el simple hecho de imaginarme a que Bryan tenga la boca pintada por una borrachera, me hace mucha gracia. Que ya falta poco para que llore de risa.

-oye ¿chamita cómo te llamas?- De repente oigo una voz cercana pero para nada familiar. A mis espaldas. Le quito importancia, mirando a José Carlos y Marcos. Ya que Bryan ya se fue. Noto como miran detrás de mi hombro y dejando de reír. Ay, Dios mío. Mi risa se paró de inmediato.

El corazón me golpea el esternón y mi respiración alcanza velocidades peligrosas. Me volteo para ver de quién se trata, pero tengo que elevar la cara para poder verlo bien. Los ojos se me iluminan con una mezcla de curiosidad. La boca se me seca al instante. Mi lengua se me queda más seca que un desierto, no puedo pronunciar las palabras que se quedan pegadas a ella:

Y ¿éste quién diablos es?

Trago continuamente sin poder apartar los ojos de su cara. Mi mente me grita que le diga algo. Su voz ronca y aguda me ha dejado estupefacta. Desde luego es chico, es alto, muy alto. Con lentes, también de cabello Rubio un tanto oscuro, con solo mirar esos ojos avellanas, de repente me sacan de mi estado de admiración y paso directamente al de alerta. Mi espalda se tensa. No me suena de nada y, al ver que me mira a la espera de una contestación. Aun mi boca ignora las instrucciones de mi cerebro para que, al menos, diga algo. No me hago delatas lo estupefacta da que estoy, así que ruedo los ojos y miro de nuevo a José y marcos en un intento de que se valla.

Pero qué calor hace, ¿no?

-oye...- llama de nuevo y sin mirarlo le contesto.

-¿qué?-contesto con brusquedad.

-Oye ¿Cómo te llamas?- trago gordo, me vuelvo hacia él. Mis nervios comienzan a aumentar pero me es muy fácil esconderlos. Le pregunto, en un intento por calmarme.

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