2.

766 68 50
                                        

Lo primero que escucharon al salir al escenario fueron los gritos de sus fans, esas que amaban tanto, esas que no dejaban de agitar sus luces para ellos, que coreaban sus canciones, que bailaban al ritmo de su música, que lloraban por querer conocerlos un poco más, que se alegraban por cada logro de cada uno. Esas fans que se habían convertido en todo lo que los impulsaba a seguir, siendo una luz tan brillante como las estrellas en ese difícil camino que habían elegido para sus vidas.

Tenían tantas ganas de decirles la verdad de una vez por todas; que se amaban y que habían conocido a sus compañeros para toda la vida en ese grupo de chicos, ya que sabían que ellos y ellas se quedarían, que los seguirían amando y apoyando, pero lamentablemente esa decisión no estaba en sus manos.

Kyungsoo bailó, cantó con su potente voz e interactuó con sus fans. Todo eso mientras intentaba ser sensual a los ojos del moreno.
La verdad era que JongIn al bailar se desconectaba del mundo, se perdía en sus pensamientos, en los movimientos realizados y en la fluidez de la música, por lo que trató de hacerlo cuando estaban conversando con las fans, arriesgándose a ser grabado.

Kyungsoo sabía. Siempre supo que esas millones de personitas que iluminaban sus vidas los emparejaban como se les daba la gana. Por lo mismo, siempre estuvo orgulloso de lo intuitivas que podían llegar a ser.
Porque vamos, él no es ciego -bueno, tal vez un poco-, y si agudiza un poco su mirada, puede ver claramente los carteles con brillos y luces que revelaban los nombres de las parejas.

Kaisoo y KaDi, esos carteles eran los que más amaba.
Los Chanbaek, sin embargo, eran un poco más notables que los demás, y es que hubo un tiempo en que Chanyeol y Baekhyun hicieron demasiado obvia su relación.
Los Chenmin, si bien eran pocos, eran lo más tierno que se podía ver.
Y luego, a su parecer, estaban las parejas un poco -harto- deformes, las Baeksoo -¿Por qué él tenía que estar al final? No lo entendía-, las ChanKai -Dios, que asco-, las SeHo -Incesto por donde se le mire-, y así muchas más.

También, Kyungsoo podía escuchar los gritos de las fans un poco más altos cada vez que se acercaba a su novio bailarín. Hubo incluso una vez en que Chanyeol se molestó con ellos por estar susurrándose cosas en el oído mientras él hablaba; donde luego las fans, sin intención de interrumpir al alto, comenzaron a vociferar el lindo nombre apodado para su pareja.
Después escucharon a Chanyeol refunfuñar porque Tienen suerte de estar uno al lado del otro.

Siguiendo con su estrategia, creyó ver en los ojos chocolate un destello de deseo, por lo que esbozó una disimulada sonrisa. Sin embargo, tal vez y posiblemente, se estaba pasando, porque las manos de JongIn se volvieron un poco más juguetonas. Junmyeon ardería de coraje.
JongIn rozaba la espalda de Kyungsoo al pasar, le tocaba la cabeza, susurraba irrepetibles cosas en su oído, le dedicaba suaves sonrisas y trataba de llamar su atención poniéndose a bailar de repente, a la mitad de la interacción con sus fans.

Kyungsoo caminaba por el escenario, admirando todas esas luces que representaban cada una de sus EXO-L. Comenzó a cantar sus líneas en Cloud 9 sin percatarse de la cercanía de JongIn, de modo que siguió avanzando hasta notar como era abrazado de lado y una mano se posaba en su cintura.
Tuvo un pequeño momento de pánico, donde pensó que el reto que les llegaría sería grande. Sin esperar mucho más se apartó del bailarín de un suave empujón, dirigiéndole una mirada reprobatoria por exhibirlos de esa forma, mientras el otro esbozaba una suave sonrisa al escuchar los gritos de los fans subir de volumen.

JongIn se apartó y siguió caminando, pero la realidad es que quería que el concierto terminara pronto. No hallaba la hora de poder poner sus manos en el cuerpo de su Hyung. No sabía si el de ojos grandes lo hacía a propósito o no, pero lo estaba calentando de sobremanera ¡Y a mitad del concierto!

Tal como eres ♡ KaisooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora