Ventana

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La vida de Vernon Chwe es muy tranquila comparada con los jóvenes de su edad, nunca se saltaba el desayuno ni mucho menos su hora del café cada tarde. Sin horarios muy estresantes, gran parte del tiempo en casa y como olvidar con el mejor vecino que le pudo haber tocado. Su departamento quedaba frente al de un especial chico, con un trabajo especial.

Recientemente había renunciado al café donde trabajaba, toda su vida había dado un giro. Con ayuda de sus amigos tomo un cargo en una editorial conocida, allí traducía escritos a su lengua de nacimiento. Con tareas diarias fáciles de cumplir, siempre iba temprano a casa para seguir con sus pasatiempos favoritos. Escribir, tomar fotografías y escuchar a su vecino. Al terminará de tomar su café y terminar escribir el capítulo de su novela, lavo la taza para irse a su habitación.

En de la pared de su cuarto había una pequeña ventana, al observar como el chico llegaba con un hombre suspiro, poco a poco deslizaba su mano entre sus ropas, sus dedos juguetones y mano todavía fría por la temperatura de afuera acaricia su piel. Con su tacto observaba al chico, se lo imaginaba sobre él, montandolo con el carísimo que siempre mostraba.

— Aghh...

Poco a poco , a medida que el ambiente subía en el otro departamento Vernon sacaba sus ropas. Totalmente desnudo sobre su cama, jugaba con su miembro, arriba y abajo sintiendo el placer , como las corrientes de aire de la habitación. Frente suyo, el mejor porno con el que se masturba cada semana. No podía evitarlo, tan bella figura, piel pálida y de sonrisa pícara, ardiente como olvidar tan confiado con su sonrisa en busca de provocar.

Cerraba los ojos imaginando el peso del chico sobre, con su duro miembro dentro de su redondo trasero. Escuchar sus gemidos, verlo bailar para el, sentir aquella lujuria en sus brillantes ojos. Con sus ropas en el suelo, una ardiente aventura, una noche inolvidable. Sostener sus piernas, tomar y estrujar sus mejillas de su rostro, lamer tan rosas pezones.

— Mierda...

Su voz cada vez más ronca, con ciertos moviéndonos involuntarios, abrió sus ojos para observar con el chico. Con tanta belleza se introducía un largo dildo en su entrada, con sus ojos cerrados pidiendo por él, que lo haga más fuerte, ser más rudo. La velocidad de sus movimientos aumentaba, los gemidos ya no paraban, el placer recorría su cuerpo y sin olvidar gran imaginación era una agradable combinación.

— Haa!...~

Unas gotas de semen empezaban a caer, arqueaba su espalda haciendo que los movimientos sean más fuertes. Su chico, disfrutando con leche sobre él junto crema batida, mostrando una máscara de inocencia mientra abría su boca en buscar de ser llenada. Las expresiones del chico eran lo mejor, cada vez que introducía aquel juguete se perdía mucho más. Un chico que vivo por la lujuria, un maldito joven que jugaba con sus pensamientos.

Finalizó con su respiración irregular, su pecho subía y bajaba muy deprisa, sudor caía por su rostro. Su mano dolía luego de esa incomoda posición que tomaba para observar, miro por la ventana para luego ver como el chico acababa manchado con su propio líquido repartido sobre su cuerpo. Tan tierno, tan juguetón, que joven más bello observa por su ventana.

Flush/ VerkwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora